Reconozco que tenía el corazón dividido. Por un lado, hubiera querido que mi ciudad, por cuestiones de prestigio y porque me gusta el atletismo, hubiera conseguido ser ciudad olímpica en 2020, por otro, la situación de este país me decía que no tenemos el cotarro para farolillos y que la crisis nos aprieta demasiado como para tener gastos extras que nunca se saben si se van a amortizar.
Hasta ahí, no me ha asustado el resultado. Tampoco me alegro de que Madrid no lo haya conseguido. Sin embargo, si que quiero hablar de ese triunfalismo que ha inundado a estos gobiernos peperos y a sus adláteres que durante doce años no se cansan de perder y perder, que más bien se parecen a Javier Arenas, perdiendo y perdiendo elecciones.
¡Basta! dejen ya de intentar en su afán megalómano y mendicante de que Madrid sea ciudad olímpica. Me refiero a los Gallardón, Botella, Aguirre y la panda de chiripitiflaúticos que les siguen. Todos emocionados y todos viviendo como reyes. Viajes a Singapur, a Buenos Aíres, a no sé que más sitios, con sus familias y sus colaboradores –faltaría más, que pagan los ciudadanos—, los mejores hoteles, estupendos restaurantes, invitaciones a tutiplén. ¡Hay que ganar como sea!
Y ahora vendrán las excusas. De todo tipo. Todo menos aceptar un fracaso. Un fracaso político también. Porque la corrupción, el dopaje y la situación económica han jugado un papel fundamental. Y ellos, tan ilusos, vendiendo el paraíso terrenal, mientras que los ciudadanos estamos sepultados en un infierno. Sí, los votantes no han sido tontos, nos han despachado rápido. Han preferido que un país más solvente como Japón o uno más exótico como Estambul hayan pasado a la final.
Cuando escribo esto no sé todavía la ciudad ganadora, sí sé la perdedora. Y me jode porque Madrid no merece estos dirigentes políticos y deportivos, estos fracasados que entre corrupción, doping y crisis han llevado a esta ciudad y a este país al fracaso absoluto en el mundo.
¿Cuánto dinero se ha gastado en estas tres continuas intentonas? Alguien de los que ha ido, esos que hablan tanto de transparencias sin que la practiquen, pueden darnos los datos? Tenerlos los tienen pero no los darán. A lo mejor nos los puede dar Bárcenas.
Que no vuelvan a intentarlo, ya está bien de gastar dinero público y de llevarse fracaso tras fracaso. La que habían preparado si se ganaba. No hubiera habido quien les aguantara en su exaltación y su triunfalismo. Pues ahora que apenquen con su responsabilidad y que sepan que han fracasado por tres veces seguidas, y por dios, por la patria y el príncipe Felipe que se dejen de chupar del bote y que se dediquen a gobernar sin trampas ni cartón, con dignidad, si es que la conocen, su ciudad, su comunidad y su país.
Por cierto, si no fuera porque le deseo que le queden tres telediarios, estaría dispuesto a que le pagáramos las clases de inglés a Mrs. Bottle, que no se harta de hacer el ridículo y sigue haciéndolo con un desparpajo que sólo puede ser propio de una ignorante o una caradura.
Adiós Olimpiadas en Madrid. Ahora sólo nos queda la resaca. O sea varios días escuchando gilipolleces, excusas de malos perdedores, eso sí, Rajoy, Botella y González lo han hecho cojonudo, pero no han tenido suerte. ¡Que se vayan a… , esta panda de inútiles!
Salud y República