A mi me parece adecuada la anexión, porque probablemente mejore la atención sanitaria de este pueblo y seguro mejorará mí salud en particular, no me ha parecido bien como se ha hecho el reparto de pacientes, porque no le han consultado a estos, ni a mi como su médico, cosa que no he logrado entender, aunque por otro lado me alegro de no haber intervenido en la asignación, para no tener que dar explicaciones de los cambios.
Tengo una sensación agridulce, por un lado me siento contento porque creo que voy a tener más tiempo para dedicar a los pacientes que me han quedado (unos 600 menos) y por otro lado tengo un nudo en la garganta provocado por la tristeza de ver que han desaparecido de mi lista de pacientes/personas que llevan confiando en mi como médico 29 años, muchos de ellos mayores de 80 años a los que es difícil explicarles el motivo del cambio y quien lo ha decidido así, mientras le caen dos lágrimas por la contrariedad que les ha provocado el cambio.
Aunque si quiero decirle a esos pacientes que han cambiado lo siguiente:
Querido paciente:Se que ahora te hayas inmerso en la incertidumbre de tener un nuevo médico, tú que no has tenido otro médico de cabecera en los últimos 29 años, que me has consultado la mayoría de tus problemas de salud, los de tus hijos, nietos y abuelos, has confiado en mi para no enfermar, para lograr un diagnóstico, para sanar de tu enfermedad.A ti que me has hecho crecer como médico, que hemos recorrido juntos los cambios sanitarios de los últimos años, la mejora sanitaria en tecnicismos pero el enfangamiento de las relaciones médico-paciente, el avance en los protocolos clínicos pero la rebaja de el tiempo de consultas, el progreso fantasma de la accesibilidad, el perfeccionamiento turbio de los fármacos, la aparición de los genéricos, principios activos y subastas de medicamentos, de los procesos asistenciales y programas de crónicos, de las citas bis, de los médicos jóvenes quemados, de los vecinos que saben todo de medicina, del doctor Google.A ti, que te han cambiado de médico sin consultarte, probablemente un administrativo que no ha visitado el pueblo en más de dos ocasiones, que no te conoce ni sabe nada de tu vida, que no sabe de nuestra relación, a ti que dices que volverás a ser mi paciente aunque te cambien, a ti que te da igual el cambio, o que no te importa, o a ti que prefieres conocer un médico nuevo.
Tengo que decirte que todos los médicos somos prescindibles en nuestro sistema sanitario actual y que llegamos a ser en él casi invisibles,pero la relación con tu médico de cabecera en el transcurso del tiempo va más allá de una fría relación laboral o profesional, de una breve consulta sintomática, de un simple acto administrativo, de el escueto encuentro para una revisión por el diagnóstico de una enfermedad aguda, es una relación sagrada, honorífica, respetuosa, responsable para el médico y confiable, íntima y familiar para el paciente.Ten calma y da tiempo a tu nuevo médico de cabecera, porque seguro que ganará tu empatía.El nuevo médico que viene es un gran profesional, te atenderá como mereces, dependerá también de ti, de la confianza mutua, del respeto, trátalo igual que me has tratado a mí y todo irá bien en la mayoría de las ocasiones, te acostumbrarás a él igual que lo hiciste conmigo hace 29 años. Consúltale cuando estés enfermo, no lo hagas "por si acaso" o "vaya a ser que" o porque te ha dicho el vecino que debes ir al médico, utiliza tu sentido común y pon en marcha tus autocuidados, responsabilizándote de tu salud no dejando todo tu cuidado en manos del sistema sanitario.
Pienso que vamos a mejorar, no obstante mi congoja no hay quien me la quite hoy, sin embargo me quedo con un WhatsApp que me ha mandado unos de esos pacientes que han cambiado: "... ya no vas a ser mi MÉDICO pero espero que sigas siendo mi AMIGO..."
PD.: ¡Ah! y yo calladito que se incomodan y me regañan.
Médico Rural