Retirar el pañal a veces se vive con angustia, angustia por la presión de empezar el cole sin pañales, porque nuestro hijo ya a cumplido los dos años y ya toca o, porqué el hijo de nuestra amiga ya no lleva pañal desde hace un tiempo.
Este miedo, angustia o presión que sentimos los padres hace que en algunos casos pospongamos la ocasión, básicamente porqué no sabemos cómo ni cuando es el momento más oportuno para empezar a retirar el pañal de nuestros hijos.
¡Adiós pañal, hola autonomía!
Quitar el pañal es, junto con el hecho de aprender a andar y el de pronunciar las primeras palabras, otro de los momentos clave en la evolución de nuestros niños que les llevará hacia la autonomía e independencia. Así que, este gran logro debe vivirlo como algo positivo, sin estrés ni angustia.
Nuestro hijo no debe vivir este proceso como una imposición o exigencia de papá y mamá. Todo lo contrario debe estar motivado y afrontar este momento con ganas y nuestra actitud es la que incidirá directamente en esta motivación. Si nosotros, los padres, lo vivimos con estrés y nos ponemos nerviosos cada vez que no logra retener la orina, nuestro hijo se sentirá frustrado y menos motivado para seguir adelante.
Una actitud positiva, relajada y sin temor a los escapes, junto con un buen método de aprendizaje aplicado en la edad adecuada son las claves para superar esta etapa con éxito.
Decir adiós al pañal es un proceso de aprendizaje. Y como todo aprendizaje hay que ensañar a nuestro hijo cómo hacerlo y practicarlo en la edad adecuada.
Posponer el momento no traerá más que problemas posteriores y a que estamos favoreciendo la adquisición de hábitos incorrectos. Cierto es que la maduración del sistema urinario es un proceso individual y su evolución dependerá de cada niño con sus características propias (si es niño o niña, si fue prematuro, nacidos en verano o invierno,...).
¿Cuál es el mejor momento para decir adiós al pañal?
El mejor momento para dejar el pañal suele situarse alrededor de los 2 años, pero como siempre, todo dependerá de la evolución y maduración neurológica de nuestros hijos.
Hasta casi los dos años, el niño no tiene una percepción clara de los mensajes que la vejiga envía al cerebro cuando está hinchada y se vacía sin dar tiempo al pequeño a tener la sensación de plenitud. Por este motivo, imponer el orinal antes de esta edad no tiene sentido.
Neurológicamente, los niños suelen estar preparados para aprender a controlar el pipí cuando ya saben andar con cierta soltura
Para conseguir controlar los esfínteres, es necesario que su sistema nervioso alcancen cierto grado de madurez.
Señales que indican que ha llegado el momento:
- Cuando el niño haya alcanzado una buena habilidad manual;
- pronuncie bien un cierto número de palabras, entre ellas "pipi" y "caca";
- deambule por la casa sin problemas;
- sepa subir y bajar una escalera;
- se concentre jugando durante algún tiempo;
Cuando nuestro hijo haya logrado estos aprendizajes significará que tiene una buena coordinación psicomotora y su sistema nervioso ha madurado lo suficiente como para afrontar la retirada del pañal con éxito.
¿Cómo motivar a nuestro hijo para dejar el pañal diurno?
Una vez decidido que es el momento adecuado, estas recomendaciones pueden ayudarte a hacer más motivador el proceso de dejar el pañal.
- Vamos a empezar el día sentando a nuestro pequeño en el orinal, justo después de despertarse, para que haga pipí. Si no lo hace no pasa nada, sencillamente empezamos a enseñarle el hábito.
- Tras desayunar volvemos a repetir. Vamos al baño y lo sentamos de nuevo en el orinal, esta vez el propósito es vaciar el intestino. Esperamos unos minutos.
- El control del intestino se suele adquirir antes que el de la vejiga. Tanto es así que, en la mayoría de los casos, el niño seguirá mojando la cama durante mucho tiempo de noche, incluso hasta los 4-8 años.
- Premiarle y no regañarle Aunque se produzcan momentos de estancamiento o regresión, no hay que regañarle. Sin embargo, tampoco hay que mostrar indiferencia. Lo mejor es animarle y hacerle comprender que abandonar el pañal es inevitable. Cuanto más tranquilo y tolerante sea el clima familiar, mejor.
- Es importante valorar su esfuerzo y premiarle con pequeñas recompensas, como una excursión especial o su plato favorito. Las tablas de motivación son excelentes aliados para que los niños sientan ganas de hacerlo bien.
En cualquier caso, el mensaje que el niño debe recibir es: “puedes conseguirlo”. Librarse del pañal es algo natural, que ocurre de forma espontánea en todos los casos. Y los papás debemos esperar con paciencia y confianza el tiempo que el niño necesite.
¿Cómo hacer más fácil el adiós al pañal?
- Un orinal divertido, colorido, original puede ayudar a que nuestro hijo se familiarice más rápidamente con este objeto, los hay muy atrayentes incluso con música.
- Para salir a la calle vístele siempre con ropa cómoda, fácil y práctica.
- Los niños aprender mucho por imitación, premítele que te vea mientras estás en el baño.
- Si no quiere estar sentado en el orinal, no le fuerces, no insistas, es contraproducente. Mejor déjalo para otro momento.
- Cuando esté sentado en el orinal, hazle compañía y elógiale.
- Permite que mire sus pipis o cacas, ver qué es lo que pasa cuando se sienta en el orinal le ayudará a entender el proceso.
- Hay niños que sienten miedo o inseguridad al sentarse en el orinal o en el adaptador del wc. No te preocupes, no le fuerces, intenta distraerle con un juego o un cuento.
- Los primeros días serán un poco caóticos, mentalízate. Los escapes serán muy frecuentes pero todo pasará.
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