Hoy tenía programado mi particular IMM, incluso ha estado colgado, pero he decidido retirarlo hasta mañana. Mi perro, Arca, ha muerto, y soy incapaz de procesar lo que siento ahora mismo.
No suelo exponerme ni contar lo que siento en el blog, dejándolo más para temas literarios o para hablar de cine y televisión, pero esto me supera. Quienes tengáis o hayáis tenido algún animalillo lo entenderéis. Esta pérdida deja un vacío muy grande en mi corazón. Pienso que en cualquier momento va a salir de debajo de la cama tamborileando con sus uñitas contra el suelo, sacando la lengua como antaño y moviendo las orejitas. Me parece que de un momento a otro podré volver a estrecharlo entre mis brazos, a decirle lo mucho que le quiero, incluso que quizá vuelva a imitar el sonido de las sirenas como hacía años atrás o hacer todas esas cosas que nos arrancaban tantas sonrisas. Y es que no era "solo un perro" como dicen quienes nunca han querido de esta manera, él era mi familia, mi hermano, mi todo y lo echaré de menos. Por siempre. TE QUIERO, ARCA.