Revista Opinión

Adios UNASUR ¿Se acaba la Zona de #Paz en #Latinoamerica? Vientos de #Guerra…

Publicado el 21 agosto 2018 por Marka

Al compas de la muerte de UNASUR, la amenaza militar norteamericana recorre América Latina sin distingos. Desde las amenazas de intervención en Venezuela hasta la creación de bases en Argentina hay un largo itinerario de acciones y reordenamientos para la militarizacion de la Region que pone en grave riesgo la paz regional

La muerte de UNASUR 

La coordinación conservadora de varios presidentes suramericanos logro desmontar  la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) como bloque referente de la multipolaridad, proyectos integracionistas regionales y declaración de la región como zona de paz.

La potencia económica y política de los gobiernos de Argentina y Brasil, respaldados por los presidentes de Perú, Chile, Colombia y Paraguay (el denominado Grupo de Lima), comenzó su tarea destructiva en abril pasado, cuando determinaron “suspender su participación” en el organismo. Y el momento “adecuado” (la asunción de la presidencia pro-tempore de Bolivia) finalizó dos años de sigilosos movimientos de debilitamiento y parálisis de todos los proyectos integracionistas construidos al margen de la influencia y predominio de Estados Unidos: Mercosur, ALBA, CELAC y Unasur.

Desmantelados los organismos de integración horizontal, vuelve el poder de la Organización de Estados Americanos (OEA), bajo la tutela de Washington, aunque sus decisiones aun no logran  consenso, porque Nicaragua, Venezuela y Bolivia, permanentemente se oponen a la injerencia cuestión que incrementa el enojo de Washington contra estos tres países

Antecedentes 

Colombia carga la herencia de una guerra interna con 260 mil muertos, 60 mil desaparecidos y más de siete millones de desplazados, se suman los recientes asesinatos  de 330 líderes sociales después de firmada la Paz con las FARC. Ademas, se respira la amenaza permanente a periodistas y el temor a que Iván Duque se aventure en dos guerras: una interna y otra contra su vecino, Venezuela, mientas que la producción de coca alcanza  niveles record y grupos armados ilegales luchan por territorios en los que el Estado tiene escasa o nula presencia .

La Guerra Interna 

La periodista María Jimena Duzán, en su última columna antes de ser amenazarada, recordaba las declaraciones del general retirado Leonardo Barrero (“Prepárense porque vuelve la guerra”) y se preguntaba cuál será el blanco principal de esta nueva guerra interna anunciada: ¿los líderes sociales que están cayendo como moscas, los ocho millones de ciudadanos que votaron por Petro?

La Guerra contra Venezuela

En mayo último, Juan Manuel Santos anunció que Colombia – con siete bases estadounidenses en su territorio- se sumaba como “socio global” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, máximo exponente de las intervenciones militares, abiertas y encubiertas, después de la guerra fría. (Chile quiere seguir el mismo camino) El 10 de agosto,  tres días después de asumir la Presidencia de Colombia , Duke anunció el retiro “irreversible” de Colombia de Unasur y abogó por la aplicación de la Carta Democrática de la OEA contra Venezuela, tras prometer que llevaría a Maduro ante la Corte Penal Internacional, la misma “justicia” internacional, donde Uribe, está acusado por crímenes de lesa humanidad. Un día antes,  el nuevo ministro colombiano  del exterior , Carlos Holmes Trujillo, se reunió con Julio Borges, uno de los coautores intelectuales del frustrado magnicidio del presidente venezolano Nicolás Maduro, para expresarle el “apoyo incondicional” del gobierno de Duque para “rescatar la democracia y la legalidad en Venezuela”.

Generar tensiones con Venezuela siempre ha servido  para desviar la atención de la violencia de seis décadas en Colombia pero ahora, por ejemplo, circula la versión de que  Santos quiso despedirse  apoyando el  magnicidio del presidente venezolano Nicolás Maduro, el 4 de agosto último. Pero  no le salió bien. El atentado buscaba que el poder fuera transferido sin demora a las “autoridades civiles legítimas, miembros de la Asamblea Nacional” presidida por Julio Borges, tras “liberar” una zona del país e instalar allí un “gobierno paralelo” que ejerciera funciones de hecho, con el respaldo de Washington, sus socios de la OTAN y el Grupo de Lima.

Ahora el discipulo del Uribismo Iván Duque aspira a ser protagonista del plan diseñado por el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, quien aspira a que el gobierno bolivariano sea derrocado a través de una “operación militar bajo bandera internacional, patrocinada por la Conferencia de los Ejércitos Latinoamericanos, bajo la protección de la OEA y la supervisión, en el contexto legal y mediático del secretario general, Luis Almagro”.

Según se supo en el Congreso estadounidense, Duque tiene una estrategia para negociar con EEUU una dispensa para Colombia con los aranceles de importación del acero y el aluminio: manejar la guerra encubierta del Pentágono contra Venezuela, desde la frontera colombiana.

Gustavo Álvarez , al criticar las declaraciones de Duque en Washington, cuando afirmó que iba a liderar un bloque latinoamericano contra Maduro,  advertía que así un presidente no esté de acuerdo con la ideología de una nación, no puede ir en contra del principio del respeto soberano y advertía que Colombia perdería “pues Venezuela está mejor armada que nosotros”.

Un hito reciente en esta trama es la  confesion de los que ejecutaron el intento de magnicidio con el uso de drones sobre haber recibido entrenamiento en la finca Atalanta en el departamento colombiano Norte de Santander, donde aprendieron a manejar drones, a cambio de 50 millones de dólares y residencia en Estados Unidos .

Argentina se suma 

Desde junio en poblaciones fronterizas con Venezuela hay un contingente de “cascos Blancos” argentinos. Gabriel Fucks, extitular de estos “contingentes de paz”, señaló que la misión en la frontera colombiano-venezolana, más que una acción de asistencia sanitaria, forma parte de una política de presión contra Venezuela. No es de extrañar que  Macri se haya sumado a los planes estadounidense-colombianos, dada su posición subordinada en la OEA. Macri, además,  aceptó desplegar en el territorio argentino una nueva red de bases militares estadounidenses: una en Neuquén, en el estratégico sur patagónico, cerca de la reserva gasífera de Vaca Muerta, financiada por el Comando Sur con “ayuda humanitaria” y dos en Tierra de Fuego, la de Tolhuin y la de Ushuaia.

Tensiones en frontera con Brasil

El 20 deAgosto Michel Temer, ha ordenado el envío de tropas   a la ciudad fronteriza de Pacaraima, en el estado de Roraima para detener los violentos enfrentamientos entre residentes e inmigrantes venezolanos

Según informa AFP, tras mandar a los soldados a la frontera con Venezuela, el mandatario ha convocado una reunión de emergencia de su gabinete para abordar la situación. La medida viene después de que este sábado decenas de brasileños atacaran los campamentos improvisados de migrantes venezolanos en Pacaraima a raíz de  un incidente atribuido a un grupo de venezolanos.  La Presidencia de Brasil ha anunciado en un comunicado que el Gobierno “está comprometido con la protección de la integridad de los brasileños y los venezolanos”. Por su parte, desde la Cancillería venezolana han instado a Brasil a llevar a cabo acciones para garantizar la seguridad de las familias emigrantes. 

¿Los Estados Unidos aceleran preparativos ?

La visita de Mattis, Secretario de Defensa de los EEUU  a la región se produjo tras el encuentro del titular de la Armada estadounidense con sus pares de Argentina, Brasil y Chile en Cartagena, Colombia, en el marco de la 28 Conferencia Naval Interamericana que congregó a  Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Segun el analista  Carlos Fazio, el ejercicio naval multinacional Unitas Lix-2018, del que Colombia será anfitriona en septiembre próximo podría tratarse de una fachada para imponer un bloqueo marítimo a Venezuela.

Obviamente el Comando Sur estadounidense no detendrá sus planes por el fracaso del atentado con drones, que debía provocar un asesinato en masa de líderes civiles y militares en Venezuela, el caos social y una guerra civil. Por lo pronto sigue intentando generar divisiones en las Fuerzas Armadas bolivarianas, para impulsar algún levantamiento en guarniciones castrenses, como la del Fuerte Paramacay.

La respuesta de América Latina 

La pasividad de la sociedad civil latinoamericana ante la reedicion de golpes de estado, intervención, invasiones e injerencia ¿se debe solo a la desinformación que azota el continente? ¿No hemos cambiado? ¿Vamos a soportar sin resistencia una nueva ola de agresiones a la paz y estabilidad?

Quedan muchas interrogantes: ¿Qué pasaría con los pueblos: aceptarían una guerra? ¿Es este todo el escenario deseado por el gran capital? ¿Qué actitud tomarían China y Rusia, por ejemplo? ¿Qué pasará en EEUU con las elecciones parlamentarias?

Por lo pronto, en el sur del continente empieza también a delinearse un escenario similar al aplicado contra Venezuela…

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/194791?utm_source=twitter


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