Revista Sociedad
Ayer, la selección española se despidió del Mundial de la peor manera posible, a expensas de que contra Australia el próximo lunes puedan maquillar un poco su actuación en esta competición. Como actual campeona, llegaba a Brasil como una de las principales favoritas, junto con la selección anfitriona, a llevarse el trofeo el próximo 13 de julio. Pero solamente bastó un partido para comprobar que no iban por buen camino. En unos segundos 45 minutos desastrosos contra Holamda, en la que encajaron cuatro de los cinco goles encajados aquella noche, hasta cierto punto se veía que no iba a ser un camino de rosas. Cinco días después, contra Chile, se confirmaban los peores augurios: la Roja quedaba eliminada a las primeras de cambio con unas cifras además bastante tristes: 0 puntos en dos partidos; apenas 1 gol a favor y 7 en contra. Como digo, falta ver el partido contra Australia, que antes de comenzar la competición cualquiera hubiese dicho que no debería dar problemas, pero vistos sus dos primeros partidos, sobre todo el de ayer contra Holanda, al menos yo no descartaría que se llevaran otro mal resultado.
En todo, es de esperar que, desde este humilde blog, pueda uno ponerse a llorar por la derrota, pero, en el fondo, no puedo evitar alegrarme por la eliminación. No tanto por el equipo, al cual me hubiese gustado verle llegar más lejos e incluso verle levantar el título, pero no puedo evitar pensar en todas aquellas personas y colectivos, comenzando por la prensa especializada, que ya veían al equipo campeón. Como prueba, el comentario que se dijo en el descanso del partido contra Holanda de los comentaristas de Telecinco, los cuales dijeron sin pudor alguno que "estamos a seis partidos y medio de ser campeones del mundo". Para bien o para mal, no pocas personas pensaban igual, por lo que la bofetada que han recibido ha sido de las que hacen historia. Ni siquiera yo, que nunca he sido del todo de la selección, me esperaba tal varapalo.
Pero incluso de las derrotas hay que ver las cosas positivas. Una de ellas sería que ya no tenemos que aguantar a los listillos hablando de cuánto falta para que España se corone campeona del mundo por segunda vez, además de que, así, nos ahorraremos los nervios de aquí a final de la competición más allá de aquellos jugadores extranjeros que sigamos. Por último, no hay que olvidarse del ahorro de los 720.000 euros por cabeza, que aunque no sale del dinero público, parece que va a finalizar con el debate sobre si se merecen llevarse todo este dinero por una victoria mundialista. Pero bueno, siempre nos quedarán los siguientes campeonatos, aunque eso ya se verá.
En todo, es de esperar que, desde este humilde blog, pueda uno ponerse a llorar por la derrota, pero, en el fondo, no puedo evitar alegrarme por la eliminación. No tanto por el equipo, al cual me hubiese gustado verle llegar más lejos e incluso verle levantar el título, pero no puedo evitar pensar en todas aquellas personas y colectivos, comenzando por la prensa especializada, que ya veían al equipo campeón. Como prueba, el comentario que se dijo en el descanso del partido contra Holanda de los comentaristas de Telecinco, los cuales dijeron sin pudor alguno que "estamos a seis partidos y medio de ser campeones del mundo". Para bien o para mal, no pocas personas pensaban igual, por lo que la bofetada que han recibido ha sido de las que hacen historia. Ni siquiera yo, que nunca he sido del todo de la selección, me esperaba tal varapalo.
Pero incluso de las derrotas hay que ver las cosas positivas. Una de ellas sería que ya no tenemos que aguantar a los listillos hablando de cuánto falta para que España se corone campeona del mundo por segunda vez, además de que, así, nos ahorraremos los nervios de aquí a final de la competición más allá de aquellos jugadores extranjeros que sigamos. Por último, no hay que olvidarse del ahorro de los 720.000 euros por cabeza, que aunque no sale del dinero público, parece que va a finalizar con el debate sobre si se merecen llevarse todo este dinero por una victoria mundialista. Pero bueno, siempre nos quedarán los siguientes campeonatos, aunque eso ya se verá.