Parte del personal de la revista "El Expreso
Imaginario" en 1976.
Arriba: Edy Rodríguez, Pipo Lernoud,
Horacio Fontova, Jorge Pistocchi.
Abajo: Alfredo Rosso, Fernando Basabru.
Mi historia musical es medio complicada. Vengo de familia de músicos clásicos. Mi viejo era cantante lírico y productor cinematográfico; mi vieja era una gran concertista de piano. Mi abuelo León Fontova fue un gran violinista, creador de la Sociedad de Música de Cámara de Buenos Aires. Yo debería haber salido un músico "serio" como ellos, aunque eran una manga de dementes. Pero al principio me resultó aburrida la cuestión del solfeo y la teoría, hasta que en mi adolescencia apareció en un cumpleaños una prima guitarrera y folklorista, y me regaló una guitarra. Y empezó a enseñarme a tocar cuecas, zambas, chacarera y bailecitos, entonces dije: "¡Esto es más fácil y me gusta mucho!". Ahí comenzó mi carrera folklórica. Y el tango apareció inevitablemente: nací en pleno centro, en Plaza Lavalle, y me crié en la calle Corrientes. Soy más porteño que el Obelisco, o sea que el tango lo vengo mamando de ahí. Y después se fueron sumando músicas a mi vida: el rock, la música latina y músicas internacionales que me acompañan desde niño. Con la excusa de amores y desventuras, me largo con todo en cualquier idioma.
Negro Fontova
Lamentamos informar el fallecimiento de nuestro querido compañero Horacio "El Negro" Fontova, después de pelear durante años con una enfermedad.
Nunca vamos a terminar de agradecerte tanto compromiso con la Música y con las causas justas y nobles.
Te vamos a extrañar muchísimo pic.twitter.com/kgyZwaqsaU— INAMU Argentina (@INaMuArgentina) April 20, 2020