ADIVINA QUIÉN SOY
Yanira trabaja de cantante en los hoteles de Tenerife. Está soltera y vive rodeada de su familia. Su vida es plácida y, en cierto modo, acomodada.
Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta el momento.
Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camarera en un crucero de vacaciones llamado Espíritu Santo. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que apenas le hace caso, a pesar de las continuas sonrisas de Yanira.
Lo que ella no sabe es que la observa más de lo que cree, y aunque los malentendidos que surgen entre ellos le hacen pensar lo contrario, la atracción que sienten les hará encontrarse y compartir un sinfín de juegos morbosos, divertidos y sensuales.
Como viene siendo costumbre en las novelas de Megan Maxwell, y aunque ya ha demostrado que en tercera persona se defiende genial, Adivina quién soy está narrado en primera persona por Yanira, una muchacha tinerfeña que sueña con ser cantante.
Ya os he dicho que Yanira es la protagonista (bueno, no os lo he dicho, pero como lo narra ella, está claro :P). Es, como todos los personajes femeninos que crea Megan, fuerte, independiente, no se anda con chiquitas con los hombres y no se deja impresionar fácilmente. Hay que currárselo con ella para que calen hondo en su corazón. El otro protagonista es Dylan Ferrasa (¿os suena? Sígueme la corriente narra la historia de su hermano, Tony Ferrasa). Él es reservado, pero apasionado; tampoco se accede fácilmente a él, pero cuando ve que la chica de sus sueños es tal, no duda en ofrecerle toda su alma.Como personajes secundarios, tenemos a Tony y Omar (los hermanos de Dylan, y a quienes también nos encontramos en Sígueme la corriente), a Anselmo, el padre de los hermanos, que es un poco difícil de tratar, a la Tata, que me ha parecido un personaje muy entrañable (la típica abuelita que está atenta de todo y todos), y a Coral, la amiga de Yanira, que aporta un poco de juego a la historia. De hecho, la rama secundaria del libro es su historia.
La ambientación se menciona, y la acción se reparte entre Tenerife, el barco y Puerto Rico. No es muy importante, pero sí he notado que la escritora describe con más detalle los escenarios, sobre todo los del barco. Supongo que es para que nos imaginemos mejor el "cómo, cuándo, dónde" de lo que hacen nuestros protagonistas, pero sí me ha parecido destacable reseñarlo.
La verdad es que al principio estaba un poco desencantada porque parecía más de lo mismo: solo atracción y la final caer en la tentación. Ya hacía la mitad empieza a tener más chicha y todo lo que ocurre en la casa de Dylan le da mucho juego al libro y a la relación entre los protagonistas. A veces se hace hasta difícil soportar la tensión que hay en esa casa.
Otra de las cosas que me ha gustado del libro es la historia que encierra Preciosa, la niña adorable que hay en la casa y que también dará que hablar.
Para acabar, os comento que podréis encontrar a estos personajes en Sígueme la corriente, el libro que ha publicado Megan Maxwell hace poco y en el que, aunque hay algún spoiler, no te impide disfrutar de la bilogía Adivina quién soy si te la lees después.