El año pasado se realizaron en España 113.031 interrupciones voluntarias del embarazo, lo que supone un 1,3% más que en 2009 (111.482 intervenciones), según datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. La cifra ha desatado ya las distintas interpretaciones según los planteamientos políticos y religiosos de los distintos grupos. Mientras para unos es un éxito de la nueva ley, para otros es un rotundo fracaso. Vamos, lo de siempre.A mí lo que me llama la atención es que casi 14.000 de estas mujeres que eligieron la opción de no llevar adelante su embarazo tienen menos de 19 años y de ellas, 426 son menores de 15. No se cuál es su entorno de procedencia, ni su acceso a la información sobre métodos anticonceptivos, pero esta claro que detrás de cada una de estas menores que se ha visto abocada a abortar tras encontrarse con un embarazo no deseado subyace un fracaso de la sociedad, Que en los tiempos actuales no seamos capaces de transmitir a nuestras jóvenes una información clara y una formación responsable que les aparte de este drama, es incomprensible. A esto hay que añadir el medio millar de niñas menores de 16 años que cada año dan a luz en España, cien de ellas menores de 15 años, según las ultimas cifras del 2008. Madres adolescentes que sufrirán toda su vida las consecuencias sociales y psicológicas de cambiar las muñecas por un bebé de verdad.
Está claro que nos encontramos ante un fracaso social, sanitario y humano que hay que evitar. La clave está en los medios educativos. En la información clara y adaptada a las distintas edades desde los primeros años del colegio. El año pasado una niña de 10 años de origen rumano dio a luz un bebé en Jerez.
Si estáis sensibilizados con este tema os recomiendo la película Juno. Os hará reflexionar.
