Entre los adolescentes, los problemas de peso y la autoimagen son importantes. Sin embargo, aparte de estos, también es importante considerar la nutrición adecuada y la salud en general. La adolescencia es una etapa de transición cuando el cuerpo y la mente experimentan cambios rápidos, que son influenciados no sólo por factores genéticos, sino también por factores ambientales.
Ser un poco gordito o tener un marco larguirucho no significa necesariamente que un adolescente en crecimiento es poco saludable.
Sin embargo, los problemas ocurren cuando uno es severamente obeso o marcadamente bajo peso, ya que pueden surgir problemas de salud tales como niveles altos de azúcar en la sangre o desnutrición.
¿Qué causa el bajo peso?
Muchas personas culpan a sus genes o su metabolismo por tener sobrepeso o bajo peso. Algunas personas también piensan que están creciendo más alto a un ritmo más rápido, lo que les impide obtener más volumen. Sin embargo, los expertos pueden considerar otros factores que pueden afectar su capacidad para aumentar de peso, tales como:
- Saltarse las comidas, especialmente el desayuno, que es común entre los niños y adolescentes
- Pérdida del apetito debido al estrés en la escuela o en casa
- Ser consciente del peso
- Tener un problema médico crónico que afecta su metabolismo, absorción o pérdida de nutrientes
- Dieta restringida debido a alergias o sensibilidades alimenticias
- Hábitos de estilo de vida como fumar o falta de sueño
- Trastornos psiquiátricos como el trastorno de Asperger, trastorno obsesivo-compulsivo o esquizofrenia
- Recursos limitados de alimentos
Riesgos de estar por debajo del peso saludable
Muchos médicos no están alarmados por el hecho de que los adolescentes tengan un poco menos de peso a menos que tengan alguna deficiencia de nutrientes que cause problemas, como la anemia ferropénica. Sin embargo, lo mejor es buscar ayuda médica para determinar la causa de la insuficiencia ponderal y tratarla para prevenir posibles riesgos tales como:
- Sistema inmunológico debilitado, que aumenta el riesgo de infección y enfermedad
- Deficiencia nutricional, que puede conducir a problemas como la anemia y la osteoporosis
- Problemas hormonales, incluyendo retraso en el período menstrual
Cómo ganar peso
- Asegúrese de tomar el desayuno todos los días.
- Coma de cinco a seis comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas grandes.
- Escoja alimentos densos en nutrientes tales como frutas y verduras, pastas de grano entero, panes y cereales, frutos secos y semillas, productos lácteos y fuentes de proteína magra.
- En lugar de beber refrescos, café o bebidas con poco valor nutricional, beber batidos saludables y batidos con leche o zumo de frutas.
- Evite beber líquidos antes de las comidas.
- Coma bocados saludables como sándwich de mantequilla de maní y jalea, nueces, queso, verduras en rodajas, frutas secas o aguacates.
- Agregue calorías adicionales a sus platos en forma de queso, huevos revueltos, nueces y leche sin grasa.
- Disfrute de golosinas ocasionales, como una rebanada de pastel con helado, yogur, muffins de salvado y barras de granola.
- Asegúrese de obtener cinco porciones de frutas y verduras, tres porciones de calcio de leche, yogur o queso, y proteínas magras de pescado, carne, frijoles y legumbres.
- Utilice aceites saludables para cocinar, como aceite de oliva y aceite de canola. Use mantequilla o agregue margarina libre de grasa trans a sus bagels, panecillos ingleses o tostadas.
- Haga suficiente ejercicio todos los días, especialmente el entrenamiento de fuerza, que puede ayudarle a desarrollar sus músculos y aumentar de peso. El ejercicio también estimula el apetito.
- Mejorar sus hábitos de vida. Dejar de fumar, beber alcohol o usar drogas. Descanse lo suficiente y duerma (al menos 8 horas / día).
- Aprenda algunas técnicas de manejo del estrés y relajación.
Si usted tiene alguna deficiencia nutricional, pregunte a su médico acerca de tomar suplementos nutricionales, especialmente si su dieta no es suficiente para corregir sus deficiencias.