SALT LAKE CITY (AP) – Eran adolescentes enamorados, se unieron después de superar las luchas personales y soñar con una familia y un futuro juntos. Cuando desaparecieron días después de Navidad, amigos y familiares peinaron el desierto del oeste de Utah durante meses en busca de respuestas.
Lo que la policía finalmente descubrió era más indescriptible de lo que nadie había imaginado: los cuerpos atados y apuñalados de los adolescentes estaban a 100 pies (31 metros) de un eje de mina abandonado.
“Pasamos por todos los escenarios, pero para los eventos que verdaderamente tuvieron lugar, las palabras ni siquiera pueden describirlo”, dijo Amanda Hunt, después de enterarse del destino de su sobrina de 17 años, Brelynne “Breezy” Otteson. , y Riley Powell, de 18 años.
Un hombre enfurecido por el hecho de que su novia había dado la bienvenida a sus amigos en su hogar, golpeó y apuñaló a Powell hasta la muerte mientras Otteson observaba horrorizado antes de cortarse el cuello, dijeron los fiscales esta semana.
“Es tan malo como cualquier cosa que haya visto”, dijo el sargento del sheriff del condado de Utah. Spencer Cannon. “Parecen niños decentes … nunca hicieron nada para merecer esto”.
Otteson, una adolescente franca, con el pelo recogido y los ojos color avellana brillantes, había estado luchando durante años con la muerte de su madre en un accidente automovilístico. Pero ella encontró algo especial en Powell, dijo su tía. Durante Acción de Gracias, el adolescente le decía a su familia que podría estar embarazada.
“Ella luchó con ese afecto, luchó con la sensación de que la gente la amaba, y lo mismo con Riley”, dijo Hunt. “Creo que ambos querían ser amados”.
Powell tenía sus propios desafíos. Lo habían enviado a una casa de niños después de llevar un arma a su escuela secundaria, aunque Hunt dijo que solo tenía la intención de cazar conejos. Cambió de escuela, se graduó y encontró trabajo como fontanero.
La pareja vivía con el padre de Powell en Eureka, una antigua ciudad minera de plata con una calle principal barrida por el viento rodeada de colinas de color arena con cientos de pozos de minas abandonados a unos 75 millas (120 kilómetros) al sur de Salt Lake City.
Robustamente construido con gafas y una barba de chivo, Powell a menudo jugaba al baloncesto o se iba montando fuera de la carretera mientras crecía. En un momento, Hunt dijo que había salido brevemente con una mujer llamada Morgan Henderson.
Los dos siguieron siendo amigos, e hicieron planes para encontrarse en su casa y fumar marihuana alrededor de la medianoche del 30 de diciembre, según la policía, después de que Powell y Otteson concluyeran las celebraciones de Navidad con su familia.
Los investigadores reconstruyeron un escenario de lo que sucedió a continuación, de acuerdo con documentos judiciales y declaraciones que Henderson dio a las autoridades:
La pareja conoció a Henderson, de 34 años, en un hogar que compartía con un novio de 41 años llamado Jarrod Baum cerca de Eureka. Había entrado y salido de la cárcel desde que robó a un Burger King a los 15 años, dijo Cannon, quien lo encargó en la cárcel en ese momento.
Él le había advertido a Henderson que no debía tener amigos, y cuando llegó a su casa y encontró a los adolescentes allí explotó, ella dijo. Los ató, les cubrió la boca con cinta adhesiva y los arrojó a la parte trasera del Jeep de Powell. Le dijo a Henderson que entrara.
Condujeron a unas pocas millas fuera de la ciudad y se detuvieron frente al pozo de una mina lo suficientemente ancho como para tragarse un automóvil y casi 2,000 pies (609 metros) de profundidad.
Baum sacó a los adolescentes del Jeep y los condujo a la mina abandonada, en un punto felicitándolos por su embarazo. Mientras Otteson esperaba tener un bebé, los investigadores más tarde descubrieron que no estaba embarazada. No está claro por qué Baum lo mencionó.
Él la hizo arrodillarse y mirar mientras golpeaba y apuñaló a muerte a Riley Powell, dijo la policía, antes de que Baum le cortara la garganta y la arrojara por la mina detrás de él.
Los cuerpos permanecieron allí durante meses mientras sus familiares y amigos recorrían el desierto, descendiendo a varias de las minas abandonadas alrededor de Eureka. Los buscadores incluso se pararon sobre el pozo conocido como el Tintic Standard Mine No. 2, pero no bajó porque era demasiado profundo para su equipo, dijo Hunt.
Henderson, mientras tanto, le dijo a la policía que no había visto a la pareja. Un descanso llegó el 25 de marzo, cuando Henderson fue detenida con armas en su automóvil y arrestada. Finalmente le contó a la policía la historia de lo que sucedió y los llevó a los cuerpos.
Baum enfrenta homicidio agravado, secuestro y otros cargos que podrían conllevar la pena de muerte, mientras que Henderson está acusado de obstrucción a la justicia. No había abogados disponibles para comentar sobre Baum o Henderson, y no había ningún número de teléfono que funcionara públicamente para ellos.
En una audiencia el martes, Baum se volvió y se encontró con las familias desconsoladas de los adolescentes.
“Simplemente parecía vacío”, dijo Hunt. “Sin alma.”
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