Si bien los padres tienen una ardua tarea en esta época de la información. Donde los adolescentes con tan solo un clic se conectan con todo el mundo y en las calles con todo tipo de personalidades, priorizando a sus amigos como confidentes sobre sus padres. Estos aún no se resignan a esperar que maduren. He aquí algunas recomendaciones para llevar una grata convivencia con nuestros hijos adolescentes.
DEMOSTRAR APOYO Y AMOR
Los adolescentes necesitan adultos con quienes pueden contar; personas que tengan un enlace con ellos. Que se comuniquen, que inviertan tiempo y demuestren interés genuino por su bienestar. De esta forma aprenden también a cuidar y a amar a otras personas. Por consiguiente, el apoyo debe darse, incluso, en aquellos problemas que quizás, no parecen importantes para el resto de la familia. Asimismo, es fundamental elogiar sus esfuerzos y alentarlos a desarrollar sus intereses personales.
FIJAR LÍMITES CLAROS
Los padres deben proveer una estructura y supervisión, consistente, firme y adecuada para su edad y etapa de desarrollo. Puesto que, estos límites ayudan a mantener a los hijos emocionalmente seguros, aunque, en un principio estén a disgusto. Los resultados de más de veinte años de investigación demuestran que los adultos autoritarios que imponen reglas rígidas, o los indulgentes que dan demasiada libertad, son los padres que tienen más dificultades con sus hijos. Por el contrario, los padres con autoridad experta, que fijan límites claros y dan buenos explicaciones, tienden a tener menos dificultades. Entonces, lo conveniente será desechar de nuestro lenguaje expresiones como “Es así porque yo lo digo y punto”, “mientras estés bajo mi techo se hace lo que yo diga”, etc.
ENSEÑAR A SER RESPONSABLES
Nadie nace sabiendo cómo actuar responsablemente. Esto se forma con el tiempo y los adultos son los encargados de enseñar. Lo ideal es no sobre exigir en este sentido; pero, asegurándose que sean responsables para: hacer sus deberes escolares, hacer deporte, limpiar su habitación, ayudar en casa, involucrarse en actividades sociales o de ayuda si le sobra tiempo y fundamentalmente, hacerse cargo de las buenas y malas decisiones que tomen. De esta manera, estaremos modeando a un adulto responsable y respetuoso de las normas, que no busque atajos para obtener lo que desea en la vida.
TIPS PARA COMUNICARSE
- A veces nos enfrentamos a un adolescente que ante las preguntas que le hagamos responde con: “No tengo nada”, “Todo bien”, “No pasa nada”, etc. Lo importante es no darse por vencido en nuestro afán por comunicarnos con nuestro hijo o hija adolescente. Por lo tanto, he aquí algunos tips que nos pueden servir para lograr una comunicación asertiva.
- La clave está en ser curioso pero no interferir y respetar la privacidad al establecer confianza y acercamiento emocional.
- A veces, ofrecer menos consejos provocarán que sean más solicitados por el adolescente.
- Reconocer que no existe una receta exacta para la buena comunicación e intentar buscar la mejor para cada caso.
- Escuchar, hay que invertir bastante tiempo sin hablar. Pues, escuchar significa evitar interrumpir y poner atención.
- Crear oportunidades para hablar, estar disponibles. Esto es así, porque los adolescentes rechazan las “pláticas programadas”. Lamentablemente, será cuando ellos quieran.
- Hablar sobre las diferencias para que no se corte la comunicación. Hay que tener en claro que no se debe alimentar expectativas de cambio inmediatas.
- No reaccionar de forma exagerad. Las charlas deben ser objetivas dentro de lo posible, dejando de lado la ansiedad y las emociones (relax).
- Comunicarse con amabilidad y respeto aunque el adolescente sea provocativo. Siempre funciona mejor responder con calma.
ALGUNOS MENSAJES QUE LOS HIJOS DESEAN OÍR.
Los hijos adolescentes esperan mucho de sus padres. Es por esto que siempre hay que darles cariño y demostrarles confianza.
Si el tema de conversación con nuestro hijo adolescente se basa en llamadas de atención, críticas por su aspecto, por su horario de llegada, por estar todo el día colgado del teléfono. Estamos descuidando nuestra relación la cual no implica que dejemos de establecer límites. Aun así, nuestro adolescente necesita oír de sus padres que están orgullosos de él a pesar de todo. Que lo acepta y lo aprueba como persona, aunque en ocasiones no apruebe su comportamiento. Pero que aun así están orgullosos cuando e esfuerza por conseguir un objetivo, aunque no lo logre; cuando toma sus propias decisiones sin dañar a nadie, aunque a veces se equivoque un poquito; cuando lo sigue intentando a pesar de fallar, es decir, lucha por superarse.
También, necesita saber que sus padres están disponibles cuando le haga falta, que siempre puede contar con ellos. De lo contrario, buscará consejo y ayuda en otros lugares. Asimismo, que esté interesado por comprenderle sin caer en la manipulación de confundir el comprender con estar de acuerdo. Los padres deben ser empáticos, es decir, deben ponerse en su lugar. Por consiguiente, deben procurar estar al día en canciones, famosos, deportes, etc., ser flexibles en lo no sustancial (ropa, orden, etc.); dar importancia a cada hijo individualmente (exámenes, salidas, amigos, etc.); descubrir al hijo callado, triste, enfadado, etc., perdonar dando una segunda oportunidad, y pedir perdón cuando sea necesario, pues no se pierde autoridad. Al contrario, se gana prestigio.
Finalmente, necesita saber que lo quieren (no hay que dar por hecho que ya lo saben). Si este mensaje no está muy claro, los demás no significarán nada. Necesita que le digan que lo quiere y que se lo demuestre.
NOTA: Agradecimiento a la Psicóloga Sanmarquina Rebeca Tasayco Picon, con quien compartí laboralmente.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 11 junio a las 06:26
Es un honor haber influido en alguna medida, mil bendiciones y que sigan los éxitos!!!! cariños... Rebeca