Brian Currin, el abogado surafricano que dirige el “Grupo Internacional de Contacto” que dice mediar entre el Gobierno y ETA, afirma que sus gestiones han logrado que Bildu entrara con fuerza en las instituciones vascas y navarras porque no se le puede negar el sufragio a 313.231 ciudadanos, el 25 por ciento de los votantes del 22M.
Parece una verdad irrebatible. Pero como ese electorado es casi un calco del nazi, para el Tribunal Supremo fue fácil negarle el voto a esa gente, que es la suma de 276.134 vascos, el 24,45 por ciento de quienes votaron, y a 37.017 navarros, el 11,63 por ciento.
Representan un nacional-socialismo cuyo porcentaje es mucho menor que el 43,9 por ciento que obtuvo el 5 de marzo de 1933 el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP-Nazi) en las elecciones democráticas que condujeron a la dictadura.
Hitler fue votado tan democráticamente como Bildu. Con parte del pueblo temeroso de sus Camisas Pardas, y angustiado por la crisis económica, logró 17,3 millones de votos, 10 millones más que el segundo, el Partido Socialdemócrata (SPD), y 12,5 millones más que el Partido Comunista (KPD), que fue tercero.
Aquello ocurrió en toda Alemania. Pero esos 313.231 votos en Euskadi y Navarra representan sólo el 1,39 por ciento del electorado español.
Poco, pero con gran capacidad intimidatoria: los allegados a esos electores han asesinado desde 1960 a un mínimo de 947 personas.
El agravio de la legalización de Bildu es como el de haber permitido que Hitler accediera a las elecciones empleando matones y con un mensaje nacionalista y socialista similar al de Bildu.
Desafuero propiciado aquí por un Tribunal Constitucional, mayoritariamente controlado por Zapatero para aprobar sus fatales bufonadas, entregando el país a los nacionalismos regionales y a la paajjaaaazzzzz de Currin.
Ahora, tras cumplir su misión, dos de los seis autores progresistas del atropello han dimitido.
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SALAS hace tiras que valen para numerosas circunstancias. Esta nació cuando algunos equipos de baloncesto vascos aplicaron la igualdad de sexos. Aplicable a Bildu.
Esta sobre la muerte digna sirve también para la muerte digna de la democracia tras el triunfo de Bildu.
Ahora el homenaje habitual a la creadora del sexismo de género y de leyes peligrosas en manos de gentes como ella y los suyos.