Adoramos las sudaderas

Cuando comenzaron a aparecer en los estilismos de la temporada dimos por sentado que se trataría de una tendencia efímera, quizás demasiado extravagante para incluirla en la normalidad de nuestro armario. Pero este guiño del street style se ha convertido, con el tiempo, en la niña bonita de los estilistas; por ese toque se sutil vanguardia, ese giro moderno y efectista que consigue embaucar a cualquier look.

Las sudaderas han sabido conservar ese descaro sporty que les ha hecho ganarse por derecho propia un hueco en la mayoría de las colecciones. Desde que en 2012 Nicolás Ghesquière las modelara para Balenciaga en neopreno con clave futurista, no han dejado de sorprendernos temporada tras temporada por su habilidad para adaptarse a cualquier tendencia. Protagonista de greatest hits imitados hasta la saciedad, como la sudadera con del tigre bordado de Kenzo; tampoco se ha resistido a sus encantos Alexandro Michele, ese genio renovador de Gucci, para darles un giro vintage y combinarlas con faldas metalizadas.Nos encanta la sudadera porque es cómoda, cálida, y versátil: la encontramos en clave minimal oponiendo bloques de color; con inspiración pop, bajo la estela de colores psicodélicos; reivindicativas o con ingeniosos mensajes; artísticas como un lienzo arty; con estratégicos cut outs o cropped; con encajes, bordados...y estelares, con guiño incluido al villano más villano de la galaxia.Cómo llevarla: con sneakers y vaqueros con grandes vueltos, con falda midi y tacón kitten, con pitillo de cuero y botas moteras...hasta con pantalón palazzo de talle alto y stilettos.Definitivamente la prenda icono del sport de luxe, la reina de los contrastes efectistas y resultones, muy resultones.