Revista Cultura y Ocio
Hay una cita de Faulkner que abre un libro del Vázquez Montalbán poeta, que suele ocupar un lugar secundario frente al articulista o al novelista. He tardado en dar con el libro (Memoria y deseo, una antología), estaba en una balda alta que necesitaba una escalera y los viernes me dejo querer por la pereza, pero ha merecido la pena la búsqueda. "Porque - me dijo- jamás se ganó batalla alguna. Ni siquiera se dan batallas. El campo de batalla no hace sino revelar al hombre su propia estupidez y desesperación, y la victoria es una ilusión de filósofo y de locos". Pertenece a "El ruido y la furia", la historia decadente y pesimista de los Compson, su declive, la evidencia de que es el tiempo, tratado con maestría por Faulkner, mezclando (recuerdo lejanamente) personajes que cuentan una parte de la trama o, en cierto modo, una visión de la trama completa, el que nos modela y curte. Que la experiencia es un un cuchillo que nos rebana el pescuezo continuamente sin que brote sangre alguna o sin que percibamos dolor alguno por el tajo. Pillada en la radio casi a su término, escucho una entrevista a un autor (del que no he conseguido saber el nombre, será cosa de buscar el podcast del programa) en la que dice que le influye Faulkner sobre todas las cosas. También le encantaba a Cuerda. En Amanece, que no es poco, José Sazatornil "Saza" reprobaba a un escritor que hubiese plagiado a Faulkner, novelista adorado en ese pueblo. Estaría estupendo que un pueblo entero adorase a Faulkner o a Cervantes o a Neruda, qué más da. Lo fantástico sería que la literatura uniese a un pueblo.