Revista Cultura y Ocio

Adoro la rutina

Publicado el 17 febrero 2016 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

Adoro la rutina. Todo el mundo se queja. Llevar una vida rutinaria es considerado algo malo. Incluso la palabra rutina es utilizada de manera negativa. Yo no lo veo así.

La rutina, es el hábito de hacer siempre lo mismo, de tener un horario definido y no saltárselo nunca. Por ejemplo, levantarse, asearse, ir a trabajar, volver a la noche a casa y ver la tele hasta que te vas a dormir. Eso es la rutina, y no veo que sea algo malo por si misma. Eso sí, hay rutinas malas, y rutinas buenas. Por ejemplo, si eres alcohólico, la rutina de levantarte y desayunar un whisky es mala, pero no por ser una rutina, si no por el whisky.

Digo todo esto, porque no tener rutina sería mucho peor. Esa idea romántica de levantarte y no saber como va a acabar el día, no saber donde vas a dormir, o con quien. Es un vivir al día que suena muy bien, pero que no tiene ni pizca de disciplina. Y sí, puede parecer muy divertido. No tienes ninguna atadura, ninguna obligación, pero realmente, esto solo será divertido al principio. Llegará un punto, en que te aburras de no saber que hacer, y eso te llevará a simplemente no hacer nada. Los humanos somos perezosos por naturaleza, si no nos autoimponemos una rutina, no alcanzaremos nunca nuestras metas, y la gente que vive sin rutina, peca de una falta total de amor propio.

Me explico, todos tenemos metas, más ambiciosas o menos, pero todos las tenemos. Alcanzar nuestras metas siempre nos va a llevar un esfuerzo. Ese esfuerzo, va a ser un esfuerzo prolongado en el tiempo. No va a ser cosa de ponerse un día y trabajar muchísimo, va a ser un esfuerzo del día a día lo que nos llevará al éxito. Pero ocurre, que todos queremos alcanzar nuestras metas, pero que no queremos esforzarnos por ellas. El esfuerzo solo vale la pena por la recompensa, pero esto, en el día a día es muy fácil de olvidar. Necesitamos una disciplina, que solo nos podemos imponer a nosotros mismos. Esta nos ayudará a realizar ese esfuerzo del día a día para llegar a la meta que hayamos elegido. Y esa disciplina, se llama rutina.

Porque sí, la rutina nos la imponemos a nosotros mismos. Tu rutina puede ser ir al trabajo, o a clases, cuyo horario tú no controlas, pero eres tú el que decide seguir ese horario, por tanto la rutina te la autoimpones. Sin esa rutina no alcanzarás nunca tus metas. Eso lo sabes cuando te pones a pensar en ello, pero cuando estas en la cama y suena el despertador, lo único que sabes es que quieres cinco minutos más. Solo la gente que se quiere a si misma, que se respeta, es capaz de vencer a ese yo perezoso y reponerse. Levantarse, asearse, ir al trabajo y volver a casa.

Por supuesto, hay que saber elegir bien tu rutina. Si para alcanzar tu meta, solo tienes que trabajar la mitad del día, puedes pasarte la otra mitad del día sin hacer nada. Eso también es malo, pero es por otro motivo, la falta de ambición, que daría para otra entrada como esta.

En definitiva, la rutina nos la imponemos nosotros mismos, no podemos echarle la culpa a nadie. La rutina nos permite realizar un esfuerzo prolongado en el tiempo, que nos llevará a conseguir lo que nos propongamos. Y para terminar con una frase bonita y evocadora:

La rutina es un mapa que dibujamos nosotros mismos, y que nos lleva hasta nuestro destino, nuestra meta.

Orson López


Adoro la rutina

Volver a la Portada de Logo Paperblog