Adrenalina para la desidia
Dónde quedaron aquellas noches de perdiciónLas vivencias que me permitieron ser escritor y contador de entrañas y vísceras. “Jeringillas en los retretes”
Los rezos de la famila funcionaron
Atrás dejé una muerte muy viva.
“Putas apalizadas”
Este vaso de ginebra necesita algo más,
El decorado y los actores.
Necesito el roce y el sabor de la
perdición,
las lágrimas y el fracaso.
El vértigo de huir del éxito
mentiroso.
“Nadie se hace feliz a fuerza de
trabajar”
Añoro el placer de cerrar los bares
Encontrarte cada noche con los
desterrados
Echar cada día más leña al fuego
Quemando el mañana por el ahora.
“Atrás donde era fugitivo de la sociedad”
Ver amanacer otro día más. Que te
atropellara el alba
y tropezar con zombies de vida ordenada
que te miran con desprecio camino a su monótono trabajo
con el único objetivo: la jubilación.
“Próxima parada la muerte”
Me gritaban que estaba perdido
pero yo me guiaba por las estrellas
Ya no tengo ni veo estrellas Las estrellas no salen por el día. La aventura se esconde al amanecer. “Los psiquiatras hacen su Agosto en Diciembre” Cuando la muerte venga a buscarme que me lleven a las noches donde viví, De donde me sacaron para que viviera con respiración asistida en una existencia poco novelable. “Sexo seguro con preservativo” Navego de día por este vaso de ginebra en una travesía sin riesgo sin que mi piel se roce y sangre sin que mi interior se parta en astillas cortantes ¿Así de que puedo escribir? “Morir en una esquina abandonado”
Texto: Francisco Concepción @franCoescribe
