Adulterio: natural como la vida misma

Reflexiones

La Wikipedia define: el adulterio (del latín adulterium) se refiere a la unión sexual de dos personas cuando uno o ambos están casados con otra persona (…)

Por otro lado, la RAE, lo define como: 1. m. Relación sexual voluntaria entre una persona casada y otra que no sea su cónyuge.

A través de los siglos, en diversas culturas el adulterio ha sido moralmente censurado y hasta penado, considerándoselo un delito, pero esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen. Me parece curioso y llamativo que en ninguna de las dos definiciones se haga referencia al engaño como ingrediente imprescindible, porque:

Si una persona casada mantiene relaciones sexuales con otra persona, y su pareja lo sabe y lo acepta, ¿es adulterio?
Si alguien hace un trío con su pareja, ¿es adulterio?
Si una pareja decide ir a un local de intercambio de parejas, ¿es adulterio?

Seguramente no nos pondremos de acuerdo con las respuestas. Para algunos será adulterio, ciñéndose a las definiciones de la RAE y la Wikipedia, para otros falta el componente de la infidelidad para considerarlo como tal. La verdad es que cuando empecé a escribir la novela El Hilo Rojo no me planteé abordar el tema del adulterio, pero surgió como parte natural de la trama. “Poner los cuernos”, como muy bien señala la Wikipedia, es una práctica que se ha llevado a cabo toda la vida; a pesar de los impedimentos y castigos que ha habido para evitarla.

Esto debería llevarnos a reflexionar. ¿Se trata realmente de un problema? ¿Por qué hay personas que deciden engañar a su cónyuge-pareja? ¿Qué asusta realmente del adulterio? ¿Hay algo malo en él?

No somos monógamos (ni hombres ni mujeres) y estar “emparejados” es una simple imposición para mantener el funcionamiento de una estructura social basada en la familia. A priori, intentar organizar no es negativo, todo lo contrario, pero si la organización conlleva restricciones y prohibiciones que hacen que la gente deba mentir para expresarse libremente, quizás no es la más adecuada.

Amar, y querer compartir la vida con una persona no nos hace inmunes al amor y al deseo sexual hacia otra(s).

Podemos intentar explicar los motivos por los cuales las personas no deberían ser adúlteras, pero los razonamientos van a carecer de lógica, pensamientos “encorsetados” por creencias sobre lo que está bien y lo que está mal; aunque lo que está bien y lo que está mal nunca es una verdad absoluta y varía en función de la época y la sociedad en la que vivimos, así como del punto de vista íntimo y personal de cada persona; según sus prejuicios sexuales, culturales, sociales, normas auto impuestas, inseguridades y un largo etc.

¿Por qué si estamos en pareja no podemos estar con otras personas sin ocultarlo?

Yo no tengo la respuesta, pero lo que sí sé, es que sólo tenemos 3 alternativas: