Revista Opinión

Aférrate a la vida

Publicado el 31 marzo 2019 por Carlosgu82

Sentada en la azotea del edificio donde vivía, Roni, una joven de 33 años, cansada de la vida, del oscuro pasado de su infancia y de una reciente decepción amorosa, volteaba al cielo preguntándose porqué no era feliz y porqué la vida resulta ser a veces tan dolorosa.

Se dio cuenta que durante 20 años había estado en constante pelea con su madre. Ella tenía muy arraigadas sus ideas conservadoras que a sus 66 años, ya era difícil cambiar. De su padre sabía poco, realmente nunca hizo algo por buscarla.

Roni tuvo que hacerse independiente a los 12 años, si no quería seguir en la miseria. Tuvo que dejar la escuela en varias ocasiones para ganarse el sustento diariamente.

Para ella era difícil ver a otras chicas de su edad disfrutando el tiempo con sus amigos, teniendo una vida cómoda y una familia feliz. Incluso, algunas criticaban a Roni por su forma de vestir y de hablar.

Sin embargo, a pesar de no tener una buena economía, buscó el modo de superarse. Le gustaba leer, estudiaba por su cuenta, analizaba la vida de personas exitosas y trataba de relacionarse con gente que la motivara a seguir adelante, aunque se topaba con muchas miradas de envidia y burlas que no dejaban que Roni entrará en ese ambiente.

A pesar de está lucha física y mental, había podido superarse poco a poco, pero internamente sentía un vacío inexplicable, trataba de mantenerse ocupada para no caer en la depresión, hasta que no pudo más.

Sumergida en un llanto amargo, sintiendo una presión en el pecho, Roni volteó a cielo, queriendo encontrar una respuesta y tratar de comprender su infelicidad.

Algo llamó su atención. Era una planta que estaba en frente de ella, sobresalía de un muro de concreto. Se movía suavemente con el viento. En ese instante vino una voz a la mente de Roni y le dijo que se acercara a ella y la observará detalladamente.

-¿Qué ves?- dijo la voz

-Es una planta que no se de dónde  venga, sobresale de este muro de concreto viejo, tiene pocas hojas, pero son muy verdes, algunas están secas y se han caído. A un costado está otra planta pequeña que también quiere salir de éste muro- Contestó Roni

-Toca sus hojas verdes. ¿Cómo son?

Al tocar las hojas, Roni sintió una energía natural que emitía la planta y contestó:

-Son verdes, frescas, se sienten vivas-

-Ahora observa los árboles qué hay alrededor. La mayoría son árboles viejos, grandes y frondosos, con troncos fuertes, a pesar de que la gente los raya y los maltrata. Dan sombra, oxígeno, son firmes, se aferran a la vida, al igual que ésta planta que ha crecido a través del muro.

Las hojas secas son las que ha perdido para poder crecer y le salgan otras nuevas, la planta pequeña que está a un lado depende de ella para que también pueda crecer. Se han aferrado a la vida- Explicó la voz.

Entonces Roni entendió, que la misma naturaleza lucha día a día por sobrevivir, por cumplir con su objetivo, a pesar de todo lo que tiene en contra. Entendió que la vida es así, una lucha continua, con altas y bajas.  Las hojas secas, son las pruebas y obstáculos que hemos enfrentado y que eran necesarios que sucedieran para poder crecer. La planta pequeña representa a aquellas personas que dependen de nosotros para poder sobresalir, ayudándoles con nuestra experiencia a poder crecer también.

Desde ese día, Roni comprendió que no podía cambiar el pasado, pero sí su condición actual y que esa voz le decía: ¡aférrate a la vida!


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