Ayer salía de trabajar de Cibeles, os podéis imaginar la que había montada, todos tenéis televisión, no descubro la pólvora pero, lo que mis ojos tuvieron que aguantar fue mucho más que jaleo y fútbol. No sé donde se pensaban que iban.
La lógica, si es que alguna vez la hubo se transforma en ridiculez suprema en estos eventos. Chicas vestidas de auténtica prostitución para recibir a la Selección Nacional (Me niego a llamarla "La Roja") por si ligaban en los aledaños del escenario. Cuando hablo de niveles "celestinianos" hablo de bragas por short casi reversibles a juzgar por la "pezuña de camello" (expresión robada a Shopping Afternoon) aliñados con tacones, camiseta de España y bufanda a modo de turbante con gafas de sol de espejos, como Cobra "la película". Y no os creáis que había otras osadas que dijeron "yo con mis pantalones amarillo y con una camiseta roja, voy más guapa que un San Luís" y así es cómo Bershka se hizo cómplice de los aficionados españoles.
Así eran ellas en su mayoría, luego había otro perfil no menos interesante que es aquel que no lleva a simple vista nada de la Selección Española pero que van de rojo, con un vestido y unas bonitas sandalias de tacón ancho... agradables de ver que van arregladas emulando a Sara Carbonero por si Ramos u otro se cae del escenario en sus brazos. Ellos por su parte, tiraron de pantalones pirata, chanclas de playa o con velcros, camiseta de España, gomina en el pelo que se les ve la cabeza y gafas de sol de "fucker" Carrera.
Los únicos que se salvaban de la quema eran los niños y por eso, porque son niños. Aficionados que piden vacaciones en el trabajo para venir a la celebración de la victoria de la Selección Española... pero ¡¡Guapos, guapos!!. Gente que se las da de pimientos asados... como diría @_Balbina