Uno de los problemas de raíz, junto a la dictadura y la corrupción en África, recae sobre la deuda externa , una deuda que se sigue pagando y de la que se desconoce cuántas generaciones van a estar todavía devolviéndola.Una deuda que mantiene el mundo partido en dos :El norte y el sur, donde el norte es sinónimo de bienestar y consumo y el sur de hambruna y pobreza.” La deuda puede ser buena si se consigue que el país receptor se desarrolle y pueda devolver el préstamo, gracias a la actividad económica generada por dicho instrumento,pero a día de hoy quizá debamos hacernos dos preguntas ¿quién debe a quién? y ¿Cuales son las causas de la deuda externa?
Debemos tener en cuenta que la suma de créditos, ayudas e inversiones que realizan los países del Norte en los países empobrecidos es menor que la cantidad que reciben en concepto del pago de deuda externa por los países del Sur. Estas dificultades de tipo económico junto con las de carácter social, político e institucional son las principales causas de la emigración de mujeres y jóvenes a países desarrollados. Generando unos flujos migratorios que por lo general no estas informados sobre los peligros de un africano en Europa.
Todos los países confían en financiar parte de su crecimiento a través de deuda. Sin embargo, hay deudas injustas e ilegítimas que no deberían ser pagadas por varios motivos :
- Porque fueron destinadas a países con regímenes dictatoriales: Por ejemplo, el actual gobierno sudafricano está pagando el préstamo de 22.000 millones de dólares concedido al régimen del aparheid, un dinero que sirvió para apoyar dicho régimen (www.jubileedebtcampaign.org). ¿Deben los sudafricanos seguir sufriendo las consecuencias de dicho régimen?
- Porque fueron concedidas a regímenes corruptos, como por ejemplo la deuda que el Banco Mundial continuó concediendo al ex-dictador del Zaire (hoy R.D. Congo) Mobutu Sese Seko, incluso después de que el representante del FMI confesó que dicho dictador estaba literalmente “robando” el dinero y de que no había esperanzas de obtener su devolución.
- Porque han impuesto condiciones abusivas, con muy altos tipos de interés, o fueron contratadas ilegalmente, como por ejemplo la deuda que contrajo la dictadura militar argentina sin tener aprobación del Congreso que requiere su Constitución.
Los países del Norte estamos en deuda con los países del Sur. Nuestro estilo de vida y nuestro modelo de consumo hacen que tengamos que reflexionar sobre:
- La deuda ecológica que hemos contraído con los países del Sur, por sobreexplotación de sus recursos naturales (el carbón que se extraía hace años es más barato que el que se extrae ahora porque está más profundo.
- La deuda social, generada con la concesión de créditos a países con regímenes dictatoriales, que ha servido para perpetuar más aún dichos regímenes, con las graves consecuencias que eso ha tenido para la población civil.
¿Cuales son las consecuencias de la deuda externa?
Un descenso en el crecimiento económico del país receptor de la deuda puede provocar que el país se hunda aún más que si no hubiera tenido acceso a dicha deuda [Gabriel Hawawini. Finance for Executives.) Ante dicha situación, muchos países se ven obligados a devolver la deuda con intereses y dejar de invertir en sectores clave para su desarrollo, como la salud ó la educación.
Eso es precisamente lo que ha ocurrido en nuestro Mundo. La deuda no ha servido para desarrollar a los países del Sur, y los países del Norte han seguido exigiendo el pago de la misma, en detrimento de las poblaciones más desfavorecidas.
Existe y hay alternativas para África. En este sentido numerosas ongd, y movimientos sociales hacen propuestas sobre un cambio de modelo. En concreto en nuestro país , el Partido Político Por Un Mundo Más Justo propone una serie de medidas que permitiría de forma eficiente el desarrollo sostenible en los países africanos:
- Solicitar que los países empobrecidos cuenten con mayor representación y poder de voto en las Instituciones Financieras Internacionales y foros multilaterales.
- No condicionar las cancelaciones de deuda a la aplicación de medidas de política económica decididas por las Instituciones Financieras Internacionales, que no tienen en cuenta las decisiones locales al respecto.
- Fijar la política comercial de España con los países empobrecidos en criterios de sostenibilidad real de la deuda, para no aumentar su deuda externa. En concreto, que la cooperación con los países más pobres sea a través de donaciones o a través de préstamos con cláusulas de conversión en donación en caso de inestabilidad o catástrofes naturales.
- Asegurar que los recursos dedicados a las operaciones de deuda sean recursos adicionales y no supongan una reducción del resto de partidas de la AOD y del gasto público local.