Los catalanes cuentan entre su población con “afrocatalans” a la guisa americana, por el eufemismo de no utilizar el término negro, que pudiera parecer peyorativo. Los inmigrantes, parece ser, defienden el proceso separatista alentados por un gobierno a la deriva que pretende, a través de su voto, apoyar una Cataluña superior más que independiente. Curiosa forma de reivindicar un nacionalismo histórico, es la búsqueda de los votos en el caladero de quienes hasta hace media docena de años, ignoraban que España existiese.