Revista Viajes

Afrontando los fracasos (II)

Por Rafael @merkabici
Afrontando los fracasos (II)

Hoy continuamos contándote nuestras mejores estrategias para afrontar un fracaso como cicloturista. Y sí, ya sé que esa misma expresión es un oxímoron, pero es mejor siempre estar preparado, contar con todas las armas posibles y saber a qué atenernos. Así que, como siempre, continuamos...ah, y diviértete sobre tu sillín, eso es lo más importante.

Afrontando los fracasos (II)
    Intenta no ver solamente las cosas negativas. Todo, absolutamente todo, tiene un punto de vista positivo, tan solo hay que buscarlo. Es decir, que si no has rendido a satisfacción en tu gran cita del año siempre podrás obtener alguna visión periférica positiva sobre el hecho. Imagina que en realidad no has podido entrenar lo suficiente esa temporada...pues te podrás animar pensando que en la temporada entrante vas a tener más tiempo libre y podrás hacerlo mejor. Igual pasa con el peso o con el ritmo. A lo mejor has conseguido acabar la prueba pero por debajo del tiempo que esperabas...en este caso piensa en todos los que no han tenido fuerzas para concluirla y saca la conclusión cierta de que quizás no está todo tan mal. Si crees que ha sido algo debido al estrés, o a haber dormido mal, o que sencillamente estás algo acatarrado entonces podrás pensar que realmente tenías un rendimiento mejor en las piernas, pero que no has podido sacarlo fuera por los elementos externos que ya hemos citado. Ojo, no estamos hablando de autoengañarnos, sino de analizar lo que ha ocurrido de forma crítica, sí, pero huyendo de autoflagelaciones que no nos llevan a ninguna conclusión realmente valiosa. Claro que para poder acceder a esta primera premisa vas a tener que pasar por el siguiente consejo.
Afrontando los fracasos (II)
    analiza de forma objetiva tu rendimiento. Claro, esto seguramente sea lo más complicado. De hecho, para realizar un análisis sopesado quizás tengas que esperar unos días. En otras palabras, que no nos sirven de nada los análisis en caliente, ni las conclusiones que vamos a sacar con las pulsaciones aun a mil. No. Descansa, deja que tu cuerpo se recupere. Y después, y solo después, lánzate a analizar tu propio rendimiento. Qué ha pasado y por qué ha pasado. Quizás una buena idea sea comentar algo con tus compañeros de grupetta e incluso con alguien de tu familia, con tu pareja, por ejemplo. No importa, no importa nada, que sean personas alejadas del mundo del ciclismo. Es más, puede ser hasta preferible, porque quizás ellos detecten errores humanos mientras que tú te rompes la cabeza olfateando problemas sobre la bicicleta. A lo mejor te has pasado con el entrenamiento y estabas tan obsesionado preparando el objetivo que ni siquiera de has dado cuenta. Quizás estás aun por debajo de tu peso. O puede que en los últimos tiempos hayas descuidado el descanso para intentar mantener el ritmo en el trabajo y a la vez incrementar tu carga de entrenamiento. Pondera todas las posibilidades, reflexiona sobre ellas y escucha a tus piernas y a los que más te conocen. Y después emite un juicio serio, severo pero no castigador, sobre el fracaso de tu objetivo.

El próximo día os contamos las dos últimas maneras de sacarle el máximo rendimiento a tu fracaso, para hacer que pase de ser una rémora a convertirse en un acicate.


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