Para las nuevas generaciones, el recuerdo será en vertical, durará pocos segundos e irá acompañado de diversos filtros y músicas virales. Son muchas las películas, como Aftersun (Charlotte Wells, 2022), que investigan la memoria desde la utilización misma de los dispositivos cinematográficos o de vídeo. La captura del tiempo comenzó con las pinturas y fue evolucionando a través de la fotografía hasta la llegada del más preciso recordatorio que existe: la imagen en movimiento. De ese modo, las primeras películas de la historia del cine se dedicaban a preservar el presente de aquella época, lo que hoy para nosotros es pasado y, que gracias a los Lumiere y camarógrafos, hoy podemos vislumbrar en su más cercana realidad. Así, el cine fue trascurriendo y originando formatos de todo tipo que nos acercaban a distintas realidades. Las pequeñas cámaras caseras como la súper 8, dieron paso a las videocámaras digitales que permitieron que todo el mundo pudiera preservar su recuerdo a 24 fotogramas por segundo.
Aftersun inicia su recorrido de esta forma, a través de la imagen de un recuerdo escondida en una videocámara. Nos situamos, observando el modelo de grabación, en la década de los 90 o principios del 2000. Una época que para muchos tiene la imagen de la memoria pasada. De nuestra caja de recuerdos. Sophie, una pequeña de 9 años, disfruta con su padre de unas vacaciones en las costa turca, en un pequeño hotel de turistas ingleses del que apenas salen. Hacen su vida en la piscina, los espectáculos de noche y las partidas de billares. Su padre Calum es muy joven, apenas le saca 20 años, y separado de su madre intenta mantener a flote una vida que Shopie no llega a conocer, pues son pocos los instantes que pasan juntos.
Conectando con el presente a través de pequeños flashazos en una fiesta, donde entrevemos a Sophie con la edad que por entonces tenía su padre, Aftersun construye una cápsula del tiempo emocional del impresionante calado. Dejando de un lado este presente que no llega a tener el suficiente peso como para formar parte de la historia -quizá la película podría haber sido más austera y contundente hablando solo desde el pasado-, la ópera prima de Charlotte Wells consigue plasmar la entrada al mundo adulto con un uso del tiempo cinematográfico absolutamente maduro. Sin miedo a las esperas, a la lentitud de los tiempos muertos o a la suspensión calurosa y veraniega de unas largas vacaciones en familia, Aftersun logra tejer un estudio sobre el descubrimiento y la ausencia tan evocador y poético, como doloroso.Manteniendo siempre la mirada de la pequeña Sophie, crecemos con ella en su viaje a través del verano que lo cambió todo. La ausencia de su padre se cuenta a través de pequeños momentos donde la unión paternofilial se ve rota por un dolor que no llegamos a descubrir más allá de lo que descubre Sophie. Una canción que no comparten, una grabación que no acaba, un silencio que no se rompe. Sophie esconde dolor, pero por entonces no lo reconoce. Se hace adulta entre adolescente que se besan y con los que comparte más tiempo que con los niños de su edad. Es una niña bastante madura, seguramente debido a su circunstancia vital (padres jóvenes, separados…). Sophie se auto descubre, mientras su padre se da cuenta de que el tiempo pasa y él no ha tenido la juventud del resto. O, más bien, no ha tenido esa juventud, pero tampoco una relación con su hija de completa normalidad. Nada es como había imaginado.
La imaginación, la creación de realidades ficticias, la imagen en movimiento de nuestra mente, de una memoria que construye y reconstruye. Todo ello es Aftersun, una película que evoca con elegancia y sutileza los huecos de una vida que nunca llegó a ser. Una vida que, como el cine, se basaba en la construcción. En este caso no es nostalgia lo que recubre la mirada fílmica de la película, si no secretos. La cámara de vídeo de Shopie actúa como espejo de su relación, interpelando al padre a través de un cuestionamiento sobre quien es cuando su hija no le mira. Como esa escena, minúscula, casi imperceptible, en la que Calum habla con la madre de Sophie desde una cabina telefónica y se despide con un “te quiero”. “¿Por qué le dices te quiero a mamá?”, pregunta Sophie. “Porque es familia”. Con estos pequeños detalles navegamos en un dolor que solo el paso del tiempo puede reconocer.
Aftersun es, definitivamente, una ópera prima sobresaliente, emocionante, precisa y profunda. Una película que, como la propia imagen del cine, descubre un mundo, en este caso un micro-mundo, el de una padre y una hija que aprenden a quererse frente al tiempo y la vida que les ha tocado vivir. Sophie soñaba de pequeña con que sus padres se casaran. Calum no lo verbaliza, pero también soñaba con muchas cosas que el mundo adulto le quitó. Así, el viaje de descubrimiento de una madurez temprana se paraliza en la imagen de una videocámara que captura la despedida de unas vacaciones que jamás se repetirían. Una vez más, el cine actuando como caja de recuerdos a la que poder volver para comprender que todos en algún momento hemos escondido en el silencio un dolor que solo la detenida mirada hacia un gesto puede llegarnos a descubrir.
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- ##check## Lo bueno
- Su madurez a la hora de plasmar la ausencia y el paso al mundo adulto.
- ##times## Lo malo
- Los flashback al presente no logran ser lo suficientemente complementarios a la historia del recuerdo que plasma.
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- Ambientación 7.5
- Es una decisión absolutamente inteligente la de llevar esta historia a un complejo turístico donde la despersonalización a la que sucumben sus inquilinos sirve de vehículo a un estudio de lo que sus personajes esconden.
- Desarrollo de Personajes 8.5
- Perfecto. Con muy pocos detalles consigue construir unos personajes que evolucionan sin estridencias y de una manera desbordantemente natural.
- Argumento / Guion 8.0
- Su sencillez puede hacer parecer que cuenta poco o se suspende mucho en el tiempo, pero es un estudio construido a través de una mirada a la que nunca traiciona.
- Banda Sonora 8.0
- Perfecta. Tanto la música diegética como la extradigética ayudan a complementar las emociones de los protagonistas y nos transportan a una época traspasada por la memoria.
- Entretenimiento 7.0
- No es una película que busque lo que conocemos por entretenimiento, pero nunca se hace larga o pesada. Te consigue llevar junto sus personajes por todo un viaje emocional.
- Montaje / Innovación técnica 8.5
- Un montaje preciso, maduro. Su paso por las imágenes de vídeo, los flashback y el presente (pasado) de la historia, está ordenado con absoluta coherencia y sabiduría.
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- Puntuación Total 8 / 10
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