Muy utilizada en la cocina oriental, así como en la macrobiótica y vegana, tanto como complemento para espesar postres, salsas u otros platos de cocina, así como para dar forma a ensaladas y platos fríos, el agar agar se ha ido introduciendo poco a poco en nuestra cocina.

Es muy nutritiva. Es rica en hidratos de carbono compuestos (76%), proteínas (2,3 %) y no tiene nada de grasa. Contiene sodio, calcio y en menor proporción fósforo, hierro y yodo.
Está aconsejada en dietas para perder pesos ya que tiene un poder saciante, y su bajo aporte en calorías. Pero eso no es todo:
Si se acompaña con agua, tiene la propiedad de aumentar de volumen en el estómago, ayudando a arrastrar las toxinas a nivel gástrico, estimulando el tránsito intestinal, ya que actúa como un laxante natural, sin producir cólicos, ni dolores abdominales típicos de los laxantes de origen farmacológico.

Por otra parte, el agar agar también se utiliza como gelatina natural o espesante. (Para hacer gelatina, se debe hervir a fuego lento removiendo hasta que esté disuelto 8 cucharadas de agar-agar en polvo por medio litro de líquido.) Os pueden quedar unos postres deliciosos y nutritivos ideales para toda la familia
Podéis mezclar un poco de agar-agar en cualquier ensalada variada fresca que tengáis pensado preparar. Simplemente debéis rehidratarla previamente en agua durante 20 minutos, escurrir y servir en crudo. Así de fácil.
¿Y vosotros? ¿Habéis utilizado alguna vez agar agar en la cocina? Estaré encantada de leer vuestros comentarios en mi blog
