Soy de esas que van siempre con la agenda a cuestas, adquirí esta costumbre allá por los años 90, en mis primeros pasos en el mundo laboral, y hasta ahora. No sé vivir sin ella, ni siquiera el móvil o la tablet han sido capaces de que la aparque en el baul de los recuerdos.
Todos los años, a finales de noviembre empiezo a buscar la agenda ideal, tengo muy claro como quiero el interior, pero del exterior no tengo un tipo claro, suelo elegir según mi estado de ánimo, a la búsqueda le dedico una tarde en FNAC, y ya de paso veo más cositas.
Este año hice lo propio, y me decidí por una agenda para alterar, así en crudo. Cuando la ví no podía creérmelo, la agenda de mis sueños para decorarla a mi gusto.
Le he dedicado un par de tardes y la he puesto así de mona....
En el interior también le he puesto cositas
Un trabajo para disfrutarlo durante todo el año, aunque me temo que acabará algo perjudicada de tanto uso, pero al fin y al cabo estas cosas las hago para disfrutarlas, y que mejor manera que llevarla conmigo siempre.
Espero que os haya gustado.
Gracias por la visita.
Toñi.