Por fin estamos de vuelta. La verdad es que ha sido un verano extraño y aunque hemos aprovechado bastante el tiempo, no hemos podido hacer ni la mitad de cosas que teníamos pensadas. Pero había una que no podía fallar: la agenda personalizada. Si recuerdas este post, una de las primeras ideas que queríamos hacer este verano era crear nuestra propia agenda, ya que la mayoría de las que venden son muy grandes, pesan mucho o no están organizada a mi gusto. ¿Por qué no hacer una agenda que dé gusto llevar? A continuación te enseñamos todos, toditos los pasos necesarios para empezar “la vuelta al cole” con un poco de DIY.
Materiales:
- Libreta con el número de hojas calculado. nosotros 40
- Washi tape de diferentes colores
- Servilleta y cola blanca
- Forro transparente autoadhesivo
- Rotuladores y bolis de diferentes colores
- Sellos de abecedario (opcional) y tinta
- Regla
Para hacer las agendas a nuestro gusto y medida primero tuvimos que buscar la libreta perfecta. Para ello calculamos los meses que iba a llevar (de septiembre a julio) y cuántos días queríamos, más o menos, por página. Al final decidimos que con una libreta con 40 hojas sería perfecta y optamos por el pack de tres de Moleskine (aquí) en gris. Cada cara se divide en 4 partes por lo que necesitamos un total de 37 hojas para nuestra agenda. Sobran dos hojas al final de la libreta para anotar cosas y una al principio para anotar el horario o un calendario anual.
Una vez decidida la libreta empezamos con el diseño. Para las tapas utilizamos la técnica del decoupage (como en este post) con unas servilletas de Tiger. Al ser una agenda le añadimos una etiqueta en la parte frontal: “leer llena pero no engorda” y “todo empieza aquí”. Elegimos la tipografía, la frase y ¡a imprimir!. Para que se notara el “hecho a mano” pegamos la etiqueta con washi tape de color (amarillo y azul). Como la agenda es algo que vamos a llevar a todas partes en bolsos, mochilas o carpetas lo mejor es forrar las tapas con forro transparente autoadhesivo (el de los libros del cole de toda la vida).
Para el interior tenía muchas ideas. En un principio quería separar los días con un washi tape muy fino de diferentes colores y añadir los días de la semana con unos sellos; pero me surgieron dos problemas: el primero, que no encontré el washi tape fino (hay un pack que venden muchos a 15 euros pero era demasiado para lo que yo necesitaba); y la segunda que al estampar con los sellos de letras la tinta traspasaba hoja y no quedaba bien. Así que cambiamos de idea. Utilicé una tinta más suave para poner los meses (al principio de cada mes solamente) con los sellos y con rotuladores y una regla fui haciendo las lineas separadoras.
El resto, día de la semana y número, los puedes hacer con rotulador o bolígrafos de diferentes colores. Si además tienes una letra bonita, ¡perfecto!.
Por último, para marcar los festivos, cumpleaños y demás se puede utilizar un washi tape que resalte. Yo he utilizado un color para cada cosa y así es más fácil reconocer los días festivos de un vistazo.
Y así quedan las dos agendas… Hemos cambiado pocas cosas de una a otra, pero lo justo para distinguirlas, no vaya a ser que de repente aparezca J.A. en la universidad para hacer un examen y yo en su trabajo.
¿Qué te parece? La verdad es que yo estoy encantada (y eso que mi letra es horrible y no queda muy bien). Y a J.A parece que su frase le ha dado suerte y empieza septiembre con fuerza. Anímate que todavía estás a tiempo de crear tu propia agenda; en una tarde, con todos los materiales a mano, puedes tenerla lista para anotar todos tus planes.
¡Qué alegría nos da septiembre! Gracias por leernos y, ya sabes:
Este post Agenda apareció primero en A Sunday Project.