EDUCACIÓN Y ARTE, DOS FORMAS QUE SE UNEN
Educar en la diversidad, educar en valores, la intolerancia y la no aceptación tienen sus días contados. Ni arte ni educación en Matadero perfila a través de una serie de actividades los límites entre ambos campos para el estudio de fenómenos como la otredad. Mientras que el espacio Valverde abre ciclo con la exposición ALMA (s) del pintor mexicano Juan Pimentel, un recorrido por la diversidad del otro. | Por Adolfo Pardo.
La Casita Azul, Fernando Figueras
La figura de Fernando Figueras es fundamental dentro de la arquitectura de nuestro país en los 60 y 70. Su obra goza de un renovado interés que se traduce en La Casita Azul que se expone dentro del espacio del Centro Cibeles. Este “laboratorio exótico” arranca con el contacto fundacional entre Higueras y César Manrique en 1960, y florece en un conjunto exuberante de propuestas que configuraron un completo programa para la redescripción, desde la arquitectura, del paisaje, la imagen, el carácter y los posibles modos de empleo, de las Canarias y en especial de Lanzarote.
Ni arte ni educación Sala de exposición, Matadero
Matadero acoge la serie Ni arte ni educación, que además del espacio de exposición, inicia un conjunto de actividades que pretende explorar las zonas de contacto de dos campos discursivos: el arte y la educación, y la articulación de ambos en la sociedad contemporánea. Los contenidos de este programa se vertebran en torno a tres líneas de trabajo: activismo y pedagogía, intersecciones de la otredad y ciudadania critica.
Desde formatos tan diferentes como la instalación, el taller, la fiesta, el vídeo, el audio, la documentación o la investigación, proyectos como El museo es una escuela de Luis Camnitzer o Afro in progress de Ana Cebrián han sido pensados como dispositivos pedagógicos y no como obras de arte. Ello responde al interés por replantear los privilegios de las producciones artísticas y curatoriales, y el conocimiento que estas generan, para situarlas al mismo nivel que las producciones educativas.
Ni arte ni educación es un proceso articulado en torno a las microexperiencias que proponen sus dispositivos para conformar una macroexperiencia colectiva. Esto se hace posible a través de las activaciones propuestas en la programación que pretende dar vida al espacio expositivo haciendo que este se transforme.
Gebo e a Sombra, Manoel de Oliveira
El Centro Cultural Conde Duque inicia desde el día 3 hasta el próximo 16 de diciembre un homenaje al realizador portugués Manoel de Oliveira (1908/2015), considerado como el máximo exponente en la historia cinematográfica de nuestro país vecino. A través de la proyección de tres de sus películas más conocidas como Gebo e Sombra o Singularidades duma rapariga loira, la muestra pretende ahondar en el cine de Oliveira para conocer sus obsesiones y hablar de una de sus musas, una actriz muy recurrente en su obra Leonor Silveira. Una ostra portuguesa que no te puedes perder, toda la información sobre los pases aquí.Alma, Juan Pimentel 1983
El espacio Valverde abre su espacio a ALMA(s) del pintor mexicano Juan Pimentel, un trabajo que engancha al crear imágenes y lugares irónicos que sólo podrían tener cabida en nuestros momentos más oníricos. Para ello el artista encuentra la inspiración de los diferentes estados mentales por los que pasa una persona, que se llenan de texturas y técnicas muy contrastadas.
Su proceso de trabajo destaca por dejarse llevar en el riesgo, por aceptar el error, en sus propias palabras es algo así como sabré lo que quiero cuando lo vea, porque su arte es evolución a través de la experimentación. Por ello encuentra en la técnica del collage su mayor referente, un trabajo que merece nuestro interés y que podrás disfrutar dentro del Espacio Valverde.