YE WHO ENTER HERE (2 DE DICIEMBRE) -AVISO SPOILERS-
Eran los Kree. Ya podemos confirmar que la ciudad extraterrestre que han encontrado los agentes pertenece a una raza alienígena que apareció por primera vez en el número 65 de Los Cuatros Fantásticos en 1967. Desde entonces, los Kree han asomado la cabeza por el Universo Marvel de forma recurrente. Los Kree vienen en dos colores: blancos como el Capitán Marvel -creado también en 1967- y azules, como el misterioso extraterrestre del que sacaron el suero que le inyectaron a Coulson (Clark Gregg) y a Skye (Chloe Bennet).
También es azul Ronan el Acusador (Lee Pace), el villano de Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014). Los grandes enemigos de los Kree son los Skrulls, una raza polimórfica que en el universo Marvel cinematográfico -y al principio en el universo Ultimate- equivalen a los Chitauri, los mismos que invaden la Tierra en The Avengers (Joss Whedon, 2012). Los Kree han intervenido en la historia terrestre experimentando con la Humanidad con el fin de hacernos evolucionar.
Uno de los resultados de esos experimentos son los Inhumanos (1965) -no confundir con los del Simca mil, por favor- unos extraños superhéroes que pronto podrían tener su propia película. La idea detrás de los Inhumanos es que no obtienen sus poderes por un accidente -como Hulk- ni por ser extraterrestres -como Superman- ni por ser mutantes -como Lobezno- sino que combinan su genética híbrida -humana y extraterrestre- con una mutación producida por las "nieblas terrígenas". Mi sospecha es que la ciudad que encuentran los agentes de S.H.I.E.L.D podría ser inhumana -¿Attilán?- y que lo que le ocurre a Mac (Henry Simmons) es precisamente eso: al entrar en contacto con esas nieblas sin tener la genética adecuada, se produce un resultado desastroso. La pregunta es ¿qué pasará cuando Skye entre en la ciudad? ¿Se activaran en ella unos superpoderes latentes?
El episodio Ye Who Enter Here es claramente una historia de transición en la que los protagonistas simplemente se acercan un paso más a su objetivo, pero los guionistas se las arreglan para evitar que tengamos la sensación de estar viendo un capítulo de relleno. Las conversaciones entre los personajes tienen miga: me ha gustado mucho cuando Bobbi (Adrianne Palicki) compara la forma de liderar de Coulson con la de Nick Fury (Samuel L. Jackson). Y el alma de esta serie está necesariamente en la historia de amor nerd entre Fitz (Iain De Caestecker) y Simmons (Elizabeth Henstridge). Podéis llamarme blando, pero a mí me rompe el corazón verles incómodos, sin hablarse, sin confiar el uno en el otro. No hay nada peor que sufrir esa "ausencia presente" del ser amado.
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