Ah… el fin del primer trimestre del año viene siempre acompañado del ajetreo de los contables haciendo números. Los rumores se suceden a lo largo del mes hasta que los resultados van saliendo poco a poco. Es la fiesta de fin de año financiera, sólo que en el particular caso de las empresas les pilla con un tiempo más primaveral. Los resultados del año fiscal de Sony ya están aquí. De modo que vuestro analista menos preferido sobre la actualidad económica se ve en la obligación de daros la turra un poco con esto.
Sony ha vendido 14,8 millones de PlayStation de consolas en este ejercicio, lo cual sitúa la cifra total en 22,3 millones en todo el mundo. La competencia no está dando cifras de ventas sino de unidades distribuidas por lo que es difícil establecer una comparación exacta (precisamente ése es el objetivo de darlas de ese modo). Microsoft incluso agrupa las ventas de XBox 360 y Xbox One en un rocambolesco popurrí para hinchar el número y evitar el vórtice de ‘no vender porque no vendes’ que se tragó a la Dreamcast (aunque es la Wii U la verdadera sucesora espiritual de la consola de Sega en cuanto a ventas se refiere). El año fiscal no ha terminado según el calendario de Microsoft de modo que sólo tenemos el agregado de consolas para este trimestre: 1,6 millones de Xbox de ambas generaciones entre enero y marzo. Una caída respecto a los dos millones combinados del año anterior compresible porque a principios de 2014 todavía estábamos en la ventana de lanzamiento y las consolas se vendían a un ritmo inusual para esta época del año. De hecho a Sony le ha pasado exactamente lo mismo y este trimestre sólo ha movido 2,4 millones frente a los 3 del mismo trimestre del ejercicio anterior.
Estos agregados hechos para confundir son un fastidio pero afortunadamente un usuario de NeoGAF que tiene acceso a mucha información sobre ventas a nivel mundial —un tal ZhugeEX, que el Señor le dé muchos años de GAF— nos ha echado una mano para que podamos tener una imagen del escenario actual.
Fig. 1. Unidades acumuladas de las consolas distribuidas mundialmente tras los 36 primeros meses después de su lanzamiento.
Al ver el gráfico hay que tener en cuenta que las cifras de Sony son unidades vendidas, por lo que si queremos estimar las distribuidas habría que añadir al menos un millón o millón y medio que suele tener en el canal de ventas (frente a los dos que se dice que se le acumulan a Microsoft en los mayoristas a base de distribuir con demasiado optimismo). Se puede apreciar a simple vista que hay una diferencia en ventas que se acrecienta, y si los rumores que vienen de Asia son ciertos ese salto será más rápido conforme las economías emergentes adopten las nuevas consolas.
Lo más destacable del informe de Sony, sin embargo, es la pérdida de dinero que ha supuesto la caída en picado del Euro. Esto, además de suscitar no pocas dudas sobre la inteligencia de quien siempre anda quejándose del precio del hobby en nuestra moneda —analfabetos económicos en su mayoría con el agravante de atrevimiento y conexión a internet—, plantea varias preguntas interesantes. A la PlayStation 4 le va tocando ya un cambio de precio, va a cumplir 2 años en unos meses, pero ¿no supone un riesgo con la fortaleza actual del Yen? La noticia habla de un aumento en la proyección de ventas hasta los 16 millones (una cifra modesta, si me preguntan, sólo un millón doscientas mil unidades más que este año parecen pocas) para este año fiscal que empieza pero un descenso de los ingresos interanuales. ¿A qué se debe esa previsión? ¿A la debilidad de las monedas extranjeras o también a una bajada de precio? ¿Veremos la PlayStation 4 a 300€ en el E3? ¿En la Gamescom? ¿Habrá un cambio de planes en la reducción de precio? Contando con que regalan un juego en muchos de los packs podríamos decir que la PlayStation 4 está efectivamente a un precio que ronda los 350€. Puede que la compulsión de Mario Draghi por imprimir billetes haya forzado la mano de Sony para hacer una rebaja menor y que lo que se anuncie este año sea una consolidación oficial de la consola a esos 350€.
Así, mientras que lo más destacable desde el punto de vista económico es el juego con el tipo de cambio, lo más interesante desde mi punto de vista son las declaraciones que se han hecho en la junta de accionistas. Ahí Sony afirma que parte del menor rendimiento económico previsto para el año fiscal acabado en 2016 se debe a que planean “invertir agresivamente” en la división de entretenimiento. Obviamente no entran en muchos más detalles y aquí es donde podemos empezar a hacer volar nuestra imaginación. Tengan en cuenta que los costes de investigación y desarrollo de un producto se suelen concentrar en el inicio del desarrollo del mismo. Con el afamado Project Morpheus a un año de su lanzamiento sería difícil achacar esta inversión al casco. Piensen que un proyecto de esta magnitud se cuenta en años de desarrollo, no en meses. Pero si no es el casco de realidad virtual ¿qué puede ser?
Juegos, por supuesto. Puede que hagan más grandes sus estudios, o que adquieran algunos. Bastante desafortunado es que esta bonanza económica haya llegado después del cierre de Psygnosis por parte de Worldwide Studios, pero ahora podrían enmendarse. Personalmente me encantaría que sacaran 8 Days (SCE London Studio, cancelado) del cajón, le dieran un buen lavado de cara, mantuviesen la voz de Gary Oldman y lo lanzaran para PlayStation 4. Una política de adquisición de estudios británicos que enmendase sus pecados con la compañía del búho tampoco estaría de más: echo de menos IPs como Colony Wars o G-Police en mis PlayStations desde hace décadas. Pero ¿y ese nuevo hardware que mencionan aparte del Morpheus? ¿Qué podría ser? Creo que éste va a ser un E3 y un año en general muy interesante.
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