Ocurrio en el ascenso del fútbol ecuatoriano. Al finalizar el encuentro, los jugadores de Pelileo enojados, se fueron hacía los árbitros. Primero fueron quejas y luego comenzaron las agresiones física. Los árbitros respondieron terminando todo en un caos.
Ocurrió en Ecuador, como vemos la protección tampoco estuvo a la altura de las circunstancias. Ocurre con mucha frecuencia en terrenos de juego de categorías regionales en nuestro país, las cámaras no suelen estar presentes en estos casos y la prensa no siempre refleja este tipo de noticias. Debe quedar claro una vez mas que desde aquí siempre se defenderá al que arriesga su piel a cambio de casi nada, también se admiten vídeos o fotos de esos personajes que siguen sueltos por nuestra geografía y de vez en cuando tienen "un mal momento". La difusión pública de estos salvajes, es lo único que les puede frenar en esos momentos de falta de control. "Ahora hay que andar con cuidado por que igual nos graban", me comentó una buena señora. Y razón no le falta.