“Así, no”, protestan los asistentes a la manifestación de agricultores y ganaderos convocada por las organizaciones COAG Asaja y UPA frente al Ministerio de Agricultura.El pasado miércoles, las organizaciones agrarias UPA, COAG y ASAJA de la Comunidad de Madrid se concentraron frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, protestando y denunciando la “pésima” situación que atraviesa el sector. El acto se enmarcó dentro del calendario de movilizaciones en toda España de los profesionales del campo bajo el lema #AgricultoresAlLímite. En ellas reflejaron “la falta de futuro” para sus explotaciones agrarias debido, principalmente, a la baja rentabilidad. Y concluyeron: “El problema no es el Salario Mínimo, es que nos están robando”. Los agricultores y ganadores pidieron al Ministerio y a la Comunidad de Madrid que trabajasen para reequilibrar la cadena agroalimentaria con el fin de evitar los abusos que sufren agricultores y ganaderos por parte de algunas empresas de la industria y la distribución, al luchar por una PAC (Política Agraria Común) “justa”. Pidieron un sistema de seguros agrarios “fuerte”, la gestión de la fauna salvaje, impulsar un etiquetado transparente, que preste especial atención a sectores vulnerables como el apícola, y el apoyo al sector agrario. Hoy, los socialistas temen que el conflicto agrícola vaya a más en algunos de sus feudos, como Extremadura, y Sánchez moviliza al Gobierno para evitar un estallido social. Pedro Sánchez planea una agenda rural para evitar que el conflicto agrario estalle contra el Gobierno. “Necesitamos que nos apoyen — gritan los organizadores de las protestas— porque esta es una lucha por la soberanía y la seguridad alimentaria de todos”. La movilización llegó a la capital tras una semana de protestas en varias comunidades autónomas, principalmente en contra de los precios bajos y las amenazas de recortes en los fondos de la PAC, aunque existen otras razones que contribuyen al hartazgo del sector. Por su parte, y aprovechándose del río revuelto, Santiago Abascal se presentó en la manifestación, siendo rechazado por los agricultores. En realidad, él farda de que hubo quienes le aplaudieron y hace oídos sordos a quienes provocaron abucheos, pitidos y gritos de “fuera” y “sinvergüenza”, al tiempo que le espetaran: “Enseña las manos de callos. ¡Hay que defender el campo, no venir a hacer política!”. Lo que provocó que el líder de Vox se retirara con el rabo entre las piernas.
Enfrentamientos entre agricultores y policía en Don Benito (Badajoz)Días antes, el campo español se puso en pie de guerra por los bajos precios en origen y varios miles de agricultores –10.000 según los convocantes; 3.000 según la Delegación del Gobierno– se manifestaron en la localidad pacense de Don Benito, convocados por las organizaciones agrarias para reclamar precios justos. La protesta tuvo lugar delante de la sede de la feria Agroexpo, la mayor feria agrícola de Extremadura. Las organizaciones UPA-UCE, Asaja y COAG contaron con el apoyo de partidos políticos como el PP, Ciudadanos o Unidas por Extremadura, cuyos representantes también participaron en esta protesta. En la pancarta de cabecera de la concentración se podía leer: “Por un campo con futuro. Defendemos lo nuestro”. Y, cuando algunos manifestantes intentaron saltar el cordón de seguridad establecido por la policía, lo que provocó algunas cargas policiales y forcejeos, así como lanzamientos de botellas de aceite y huevos, se produjeron minutos de tensión. Sobre todo, cuando, los manifestantes llegaron a las puertas de la Institución Ferial de Extremadura (Feval), donde estaba prevista la visita a la feria por parte del ministro de Agricultura, Luis Planas, y del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Como consecuencia de ello, un total de 12 agentes policiales y tres manifestantes resultaron heridos de carácter leve, según fuentes de la Delegación del Gobierno. Finalmente, las entidades profesionales declinaron asistir a la reunión. “Nos hubiera gustado el diálogo ofrecido, pero no ha sido posible”, dijo Fernández Vara, quien coincidió con el ministro Planas en remarcar la importancia de trabajar todos juntos “a través del diálogo”. De esta forma, los agricultores y ganaderos españoles empezaban el año en pie de guerra. Protestando por unos precios que les que pagaban por sus productos que no les dan para vivir. “La situación es muy grave”, resumió Lorenzo Ramos. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), declaró que la protesta “no fue de golpe y porrazo. Lo sufrimos desde hace tiempo. Los costes siguen altos y vendemos a precios de hace 25 años. En ocasiones no los cubrimos. Yo soy productor de melocotones, ciruelas y nectarinas: un kilo me cuesta 35 céntimos y este año nos lo han pagado a 15”.
Agricultores y ganaderos participan en una manifestación bajo el lema “En defensa de su futuro”.Sara Montero recuerda en Cuartopoder, la situación del campo español el 31 de enero: “Agricultores que venden su cosecha a precios ‘de ruina’, grandes distribuidores que ‘especulan’ para inflar sus beneficios y la sensación de que la agricultura es ‘moneda de cambio’ en los tratados internacionales. Son algunos de los elementos que han hecho que los productores del campo español hayan salido a protestar esta semana, en hasta once comunidades autónomas, con la negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC) en la Unión Europea de fondo. Los agricultores se quejan del escaso margen de ingresos con los que, a veces no cubren costes, de la desregularización del sector o de la competencia desleal que sufren con respecto a la fruta y verdura importada. También les preocupa la desprotección frente al cambio climático, que recaerá directamente en su forma de vivir. Durante los últimos días, buena parte de los focos se han girado hacia Extremadura, una tierra que pide paso mediático. Este miércoles, hubo cargas policiales en una manifestación de productores en Don Benito (Badajoz). Unas horas antes, el presidente Guillermo Fernández Vara había vinculado la subida del Salario Mínimo Interprofesional con el aumento del paro agrario extremeño. La relación directa entre ambos no está clara. De hecho, las organizaciones agrarias consultadas le dedican un espacio relativo: los problemas del campo español no se explican por causas puntuales, sino estructurales: ‘Hay que valorar los costes de producción en un conjunto. Maquinaria, impuestos, condiciones sociolaborales, etcétera, pero no solo, el problema es general’, explica Miguel Blanco, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que sí se queja de que el Gobierno haya tomado esta medida ‘sin consultar al sector y sin medidas compensatorias’. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha llegado a despachar las críticas a esta medida, recomendando al presidente de Extremadura que no se deje llevar por las ‘grandes declaraciones de la derecha terrateniente, carca, que intenta mantener una situación en el campo de sumisión’. ‘La situación actual es muy grave y por una cosa muy sencilla: tenemos unos precios de los productos que vendemos de hace 30 años y, por otro lado, los costes de producción tienen precios europeos y cada vez suben más. En muchos sectores, el precio al que vendemos el producto no nos paga lo que cuesta producirlo. Vender a pérdidas siempre no se puede hacer. Se está produciendo una reconversión callada y encubierta del sector agrario, echando a las explotaciones familiares, que se tienen que ir en muchos casos, arruinadas’, explica Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE”.
En el camino entre el agricultor y el cliente que va a un supermercado está, según comenta Sara Montero, en el grueso de las ganancias que se queda el distribuidor: “Si tenemos en consideración el precio de origen y el de destino de diciembre de 2019, en general, los precios que se pagan al productor y que luego paga el consumidor se incrementan en un 450% de media. Llegamos al extremo de que, en la patata, el diferencial es del 700% o, en la naranja o la mandarina, del 600%. Los márgenes comerciales se los queda la industria y gran distribución. Además, desde UPA-UCE Extremadura, también se quejan de las malas prácticas que ‘bajan los precios artificialmente’, ejemplificándolo con la ‘venta a pérdidas’ de los supermercados como estrategia comercial y las ‘subastas a ciegas’. Para ejemplificar la primera, se recurre al ejemplo de un supermercado que pone el aceite a dos euros como producto gancho y el resto de supermercados presionan al agricultor: ‘Les dicen que o lo ponen a este precio o no se lo compran’, explica Ignacio Huertas, quien denuncia la opacidad de las subastas a ciegas: ‘Se saca una licitación y se les dice a las empresas que quieren comprar 100.000 toneladas de aceite y que quien haga la oferta más baja se queda con ella’. Y se alude a la necesidad de hacer una legislación ‘que nos permita hablar de precios’ para hacer frente a los grandes distribuidores que son capaces de incidir en el mercado. Francia tiene una ley que dice que ningún eslabón de la cadena se puede llevar más beneficio del 30% del coste de lo que paga el consumidor por un producto. Los agricultores creen que sus reivindicaciones benefician también al consumidor. Huertas pone como ejemplo la miel: ‘La distribuidora les dice a los agricultores que la traen de Argentina, Corea u otro sitio. No hay una ley de etiquetado que obligue a poner el origen, si hay mezcla de producto. Aprovechan el resquicio que deja la ley y mezclan un 95% de miel de Argentina, le aplican un 5% de España y dicen que está producida en ‘la UE y otros países, confundiendo así al consumidor’.

Marina Alías publica en Vozpópuli que la Delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, ha enfadado al sector al asegurar que “no ha habido en ningún momento carga policial en contra”. “Pese a las mencionadas protestas agrícolas por el futuro del campo, Yolanda Gómez Seco negó las cargas policiales en la manifestación de Don Benito. Las asociaciones agrícolas convocantes de la revuelta denunciaron la ‘desproporción’ de las actuaciones policiales. Y la dirigente socialista dijo que ‘no ha habido en ningún momento ninguna carga policial, sino un intento de frenar la entrada de los manifestantes que rompieron el dispositivo y las vallas de acceso y que ellos sólo impidieron que entraran’. El PP extremeño pidió a la delegada su ‘cese fulminante’ por ordenar unas cargas policiales ‘desproporcionadas’ para reprimir una manifestación pacífica. García Seco llegó a defender que ‘no hubo unas cargas contra los manifestantes, sino una defensa de los policías ante el arrollamiento que un grupo de manifestantes quería hacer de las instalaciones de Feval’. Fuentes de las asociaciones convocantes de la protesta explicaron que hubo un grupo minoritario que saltó alguna de las vallas para intentar acceder al recinto y trasmitieron sus inquietudes al presidente, Guillermo Fernández Vara, y al ministro de Agricultura, Luis Planas, pero que la policía no solo cargó contra ellos, sino contra muchos de los manifestantes que estaban defendiendo el futuro del campo de forma pacífica. La mayoría de los heridos fueron, según García Seco, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, aunque apuntó que era momento de ‘analizar con detalle’ los vídeos que se habían grabado. Los socialistas consideran que este es un problema que se lleva enquistando tiempo y que no se puede culpar al Gobierno de la actual situación del campo. “Hay un punto de injusticia con el actual Gobierno porque el problema de precios se viene arrastrando desde hace mucho tiempo”, señalan fuentes del partido, conscientes de la llama que puede incendiar las calles en los próximos meses. No en vano, Pedro Sánchez ha ordenado desplegar una agenda rural para dejar clara la implicación del Ejecutivo en el asunto y evitar que le estalle una verdadera revuelta social.





Fotomontajes, imágenes y frases sorprendentes:



El mecanismo del mercado, en el que el agricultor es, a menudo un cero a la izquierda, hace que el precio de las naranjas se mantenga estable para el consumidor, con independencia de que el agricultor gane o pierda dinero al cultivarlas.

Buenafuente y Wyoming se despidieron de Cuerda: “Fue un gigante manchego imprescindible”.Andréu Buenafuente escribe en Eldiario.es del pasado miércoles “Anochece cuando no está José Luis”, un artículo en el que recodaba a José Luis Cuerda, muerto el día anterior, a los 72 años: “Una de las cosas más bonitas que me habrán pasado en mi carrera fue formar parte del grupo que empujó para que José Luis hiciera su última película, ‘Tiempo después’…Hoy estamos jodidos, pero conformes. Sabemos que pudimos expresarle lo mucho que le respetábamos y queríamos. Se ha ido trabajando, bromeando y con más ideas en la cabeza. Eso nunca se pierde. Cuando leyó una crítica en la que se hablaba de su ‘última’ película dijo ‘rápido, ¡hay que hacer otra!’. Así era él: inconformista. Tan listo que corría el riesgo de no ser feliz, pero, al mismo tiempo, tan brillante que pudo crear mundos para mejorar esta vida dura y cuesta arriba donde siempre amanece, que no es poco. Hasta siempre, maestro. Sí, sí, maestro”.

Andreu Buenafuente y Wyoming rindieron homenaje en sus respectivos programas a José Luis Cuerda. “A los genios se les echa mucho de menos”, reconocieron






















Física y Química de PP y Ciudadanos












Pep Roig, desde Mallorca, nos recuerda: Todo es Madrid, El imperio de los virus, Feliz en la vida, Tiempo de furia a la española, Aquel tiempo que vuelve, Menú de rendición, el sueldo digno...







Los vídeos de esta semana:
En Don Benito, Badajoz, cargas policiales durante una manifestación de agricultores. El Campo | "Agricultores al límite" exigen regular precios mínimos | 04.02.20
LATE MOTIV - Raúl Cimas. La lavadora del tiempo | #LateMotiv656
Una 'puñalada trapera' con el 83%, de apoyo por Enric Juliana. Trump protagonizó un discurso parecido a uno de sus mítines, que enrabietó a los demócratas hasta el punto de que la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, rompió la copia que el mandatario le había dado. Cuando los periodistas le preguntaron luego por qué lo hizo, Pelosi respondió que le pareció “lo más cortés que podía hacer” después de ese “discurso tan sucio”.
