Revista España
Agricultura inmoviliza el ganado por un brote de lengua azul en explotaciones de Guadalmez
Por MipuebloalmadenAsaja Castilla-La Mancha pidió ayer tranquilidad ante el brote de lengua azul detectado a finales de septiembre en la comarca de Almadén, para evitar la propagación de una innecesaria «alerta social». Según insiste la patronal agraria, la mortalidad de animales está siendo muy baja y las Administraciones central y regional están actuando «de forma correcta». Todos los protocolos «están ya en marcha».
En este sentido, el secretario general de Asaja, José María Fresneda, informó de que el Ministerio de Agricultura acaba de sacar a la luz una nueva orden donde se concretan las zonas de restricción, que en el caso de Castilla-La Mancha se limita a la comarca ciudadrealeña de Almadén, en concreto en Guadalmez, aunque podría llegar hasta la zona de Almodóvar. Asimismo se marca los protocolos a seguir para el traslado, la desinfección y sacrificio de los animales afectados.
Cabe recordar que esta enfermedad animal, que no afecta al hombre, se localiza en rumiantes (ovinos, bovinos y caprinos) y se transmite a través de picaduras de insectos. Según recuerda Asaja, «casi todos los años surge un brote». El brote castellano-manchego se localizó el 26 de septiembre en el municipio de Guadalmez, en Ciudad Real. En concreto, en cinco muestras de oveja. La Consejería de Agricultura ya ha adquirido 338.000 dosis de vacunas, con el objetivo de crear un área 'tapón' que aísle el virus en la comarca de Almadén. También en Andalucía y Extremadura. Además de Castilla-La Mancha está en alerta gran parte de la comunidad andaluza y algunas comarcas de Extremadura.
Luciano Fernández es uno de los ganaderos afectados. Pastorea unas 2.500 ovejas repartidas por varias fincas en la zona de Guadalmez, al suroeste de la provincia de Ciudad Real, casi en la frontera con Córdoba y Badajoz. Estima que el 50% del rebaño está enfermo por el virus de la lengua azul. «Esto es como el ébola pero en ovejas», sentencia, mientras trata de conseguir que uno de sus animales enseñe su lengua azulada, uno de los síntomas de esta enfermedad. «Oveja que se contagia, oveja que muere al final», se lamenta.«La enfermedad se está ensañando con los más débiles, las ovejas recién paridas, las preñadas y los corderos nuevos», señala. En términos económicos, cada uno de los ejemplares cuestan en el mercado primario unos 100 euros, en total 125.000 euros que está perdiendo el ganadero. Ahora mismo, las ovejas enfermas tienen sólo dos destinos: el matadero o las otras zonas puestas en cuarenten como son: Extremadura y comarcas de las provincias de Cádiz, Huelva, Málaga, Sevilla y Córdoba. Puede que en los próximos días el cerco se ciña también a la zona de Almodóvar del Campo. Fuente: latribunadeciudadreal.es
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