¡Hola, amig@s¡
Hoy, 5 de enero es día de nervios y de ilusión para los más pequeños- bendita inocencia. Y para este día y para ellos, que todavía creen en los milagros, traigo la reseña de este libro, Agu Trot, de Roald Dahl, que había elegido para el Reto Roald Dahl.
Pero en esta ocasión la reseña es un tanto especial...
Érase una vez un señor jubilado... ¿Que qué es ser jubilado? Pues un jubilado es una persona que, como es un poco mayor, ya no tiene que trabajar y está siempre de vacaciones... Sí, qué suerte... Pues eso, el señor Hoppy- hop,hop,hoppy- estaba jubilado pero, ¿sabéis?, le gustaba mucho mucho su vecina del piso de abajo... Sí, mucho... Pero él era tan tímido... No, casi no se atrevía a hablar con ella... La señora Silver, su vecina, era una señora muy buena y amable que tenía un quiosco... Sí, donde venden revistas y chuches... La señora Silver era muy amante de los animales y tenía en su balcón una pequeña tortuga. La tortuguita se llamaba Alfie. Bonito nombre, ¿verdad?... Sí, Gus también es un nombre muy bonito...
Pues para que Alfie no pasase frío, y como la quería tanto, la señora Silver le había hecho una casita muy bonita en el balcón, y en invierno Alfie se metía en su casita a descansar. Pero la señora Silver estaba un poco preocupada... Pues porque Alfie era muy pequeñita y crecía muy poco a poco... Sí, le daba de comer de todo... Si, eso también... Sí, y zanahoria también... Pero Alfie no crecía... Entonces al señor Hoppy se le ocurrió la manera de hacer que Alfie creciese y así hacerse más amigo de la señora Silver... ¿Cómo? ¿Queréis saber cómo? ¡¡Con magia!!... ¿Pero cómo?... Pues, venga, vamos a leernos toda la historia...Disculpad esta licencia, pero un día como hoy podemos permitirnos el lujo de volvernos tod@s un poco niñ@s también, ¿no creéis?
¡Gracias por vuestros comentarios! ¡Feliz noche de Reyes!
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