Según las últimas teorías medico-científicas respecto al buen estado del organismo, existe una relación considerable entre el grado de hidratación, el peso correcto y la esperanza de vida.
Beber agua en la proporción debida es fundamental para lograrlo
Porque hay que considerar que todos los seres vivos están compuestos nada más ni nada menos que por dos tercios de agua.
El agua participa activamente en las reacciones químicas del organismo.
Da forma y estructura a las células y es, además, la responsable de la temperatura corporal.
Es también el elemento más abundante en el cuerpo humano, más aún en el de los atletas Se encuentra contenida sobre todo en los músculos y en las vísceras.
Su proporción va disminuyendo con la edad.
Puede considerarse como el componente indispensable que interviene en los procesos de absorción y digestión de los nutrientes, en la eliminación de los desechos y como medio de transporte de las sustancias orgánicas
Las necesidades diarias de este componente para un adulto, son de 35ml por Kg. de peso.
EL AGUA Y LA DIETA
Respecto a la importancia del agua en la dieta diaria, decir que el riñón necesita un aporte mínimo para mantener sus funciones básicas de unos 900 a 1000 cm cúbicos por día.
Por debajo de ese umbral, la función renal podría verse comprometida, provocándose además la retención de sustancias tóxicas originadas en el metabolismo interno, entre ellas, las derivadas de la urea.
La falta de agua a nivel general disminuye notablemente la hidratación cutánea, hasta el punto de que cuando el deterioro de la función renal es importante, la piel tiende a desescamarse.
De todos es conocido ese aspecto amarillo pajizo, consecuencia de dolencias renales serias.
OTROS LIQUIDOS
Se pueden incluir en la alimentación básica cualquier tipo de líquidos, pero “el mayor volumen ha de ser de agua, y si es posible, aguas minerales ya que de ellas, por ejemplo las hipo sódicas, producen una abundante diuresis, al acumularse poco en el organismo.
Por ello son las mas aconsejables desde el punto de vista de un tratamiento de hidroterapia”.
Y no acaba ahí la cosa.
Existen además otras dos grandes ventajas derivadas de la ingesta adecuada de dos litros diarios, tales como la prevención de las infecciones urinarias y de la formación de cálculos renales, e incluso de ciertos tumores en el aparato urinario.
¿CÓMO HAY QUE BEBER?
En cuanto a la forma mejor de beber agua es aconsejable tomar un 70% del total necesario, fuera de las comidas.
El reparto podría ser el siguiente.
-Al levantarse, antes de desayunar, unos 250 cm cúbicos, así como a lo largo de la mañana y antes del almuerzo.
-A partir de las 19 a 20 horas se recomienda no aumentar los líquidos para evitar interrumpir el descanso nocturno por causa de las micciones.
Quedan completamente prohibidos los diuréticos salvo prescripción facultativa, porque en contra de lo que se cree vulgarmente, se ha demostrado que pueden provocar una perdida de iones, como por ejemplo el potasio, por lo que han de ser controlados y supervisados por el especialista.
Además, en ocasiones, tienden a aumentar la retención de sustancias tóxicas”.
NO PASARSE
Lo que no conviene nunca es exagerar la nota, porque tan malo resulta el exceso como el defecto. Dos litros son perfectos, más es pasarse de la raya. Y ¡no olvidar! que existe la intoxicación hídrica.
Parodiando a los clásicos, en el punto medio se encuentra la virtud, que en este caso seria lo correcto.
El agua se contiene dentro de cada célula y es utilizada para todas sus funciones. En la respiración, en la alimentación y en la excreción celular.
También se encuentra en la sangre formando el plasma, que es el líquido que la permite fluir en el interior de las venas y de las arterias, transportando los alimentos y los glóbulos rojos.
Y en el sistema digestivo, donde conduce los residuos líquidos hasta los riñones, para evacuarlos.
Mantiene húmedos los ojos mediante las lágrimas y ayuda a distribuir y a regular el calor del cuerpo por medio del sudor.
En la realización de todas estas funciones, el cuerpo pierde 2,4 litros de agua por día, que debe reponer para el correcto funcionamiento orgánico.
De aquí viene la afirmación de que sin agua solo es posible sobrevivir algunos días, desde luego muchos menos que sin alimentos.
LA NECESITAMOS
Y sabemos que necesitamos agua cuando sentimos la sensación de sed; la saliva se torna espesa y las funciones digestivas no se cumplen como debieran. Entonces ha llegado el momento de reponer la que nos falta:
-Beber por lo menos ocho vasos de agua al día.
-Comer muchas frutas, verduras y hortalizas frescas, que contienen grandes cantidades de agua.
-Evitar dulces y harinas porque son alimentos que consumen gran parte del agua interna del cuerpo.