Agua pasada no mueve molino (i)

En momentos como los actuales, la gente tiende a buscar en su memoria recuerdos que le inspiran bienestar. Pero, junto a ellos, también halla todas aquellas circunstancias que le provocaron dolor y sufrimiento. Y es que, aunque la memoria es sesgada y manipulada por la mente, en ciertos momentos es más fácil buscar en el pasado vivido que en lo que vivimos ahora razones suficientes para seguir andando nuestro camino con entereza y ánimo.

Pero deberíamos recordar que la situación que vivimos hoy en cualquier ámbito de nuestra vida es la consecuencia directa de nuestras decisiones y circunstancias  del pasado. Una a una han configurado nuestro presente, hasta el hoy! Quizás si fuéramos verdaderamente conscientes de ello, dejaríamos de buscar en el pasado algo que nos ayude a vivir el ahora! Éste, nos guste o no, se parezca o no a lo vivido, es todo lo que tenemos enfrente y lo que la vida requiere que vivamos cada uno de nosotros, ahora! ¿Fuiste antes feliz o simplemente te conviene creerte que sí? ¿Eres feliz, hoy y vives una vida plena?

Tenemos la manía de comparar! Esto es mejor o peor que aquello otro, preferiría que fuera así o de otra manera, pero casi nunca la vida nos pide permiso para que algo llegue a nuestra vida! Todo tiene su propio sentido en ella y hay que saber -y querer- encontrarlo para aceptar y vivir lo que vivimos cada día plenamente, sin escatimar esfuerzos! ¿Cuántas veces has sentido la necesidad de bajar durante unos momentos del tren de la vida o la conveniencia de, si pudieras, meterte en una burbuja de cristal por un tiempo, hasta que alguna circunstancia incierta o adversa pasara, saliendo de ella después, con todo solucionado? Hay momentos en que la vida pesa… y eso, lo siento, es algo que con toda seguridad tiene algo que ver con nuestra actitud en ella! Las circunstancias no son importantes en sí, muchas veces no pueden cambiarse, pero lo que sí podemos hacer es cambiar nuestra actitud ante ellas! Eso sí está en nuestras manos… y, de hecho, nuestra actitud es la que determina cómo vivimos y sentimos la vida! Hay quien dice incluso que, según nuestra actitud, la vida se configura para darnos todo aquello que ella entiende que solicitamos o necesitamos…

No voy a entrar en disquisiciones metafísicas o disertaciones místicas. La vida es tal cual es, para cada uno de nostros. Intentar evadirse o ignorar lo que nos incomoda, inquieta o disgusta en ella es invitar al sufrimiento! Sufrir es, simplemente, resistirse a la evidencia y renunciar a lo que sentimos dentro nuestro, sin más! Ya sea mirando al pasado movidos por la nostalgia o intentando no enfrentarnos con el presente y con lo que sentimos en él. Mientras pensamos e intentamos vivir en el pasado, no vivimos el hoy! Y, ni que decir tiene que en el hoy es donde está la felicidad! ¿A ratos te parece que la felicidad se quedó perdida en algún tiempo pasado y solo pensar en ella, la volverás a revivir y disfrutar? No, la felicidad es la capacidad de encontrar sentido a lo que sentimos y vivimos en el ahora!

Algo en nuestro interior nos dice cómo sentimos el hoy! No es la mente, que vocifera y nos empuja a vivir solo lo conocido y previsible de nuestra vida! Esa voz ténue pero insistente que susurra en nuestro interior es nuestro permanente vigía, que, si le dejamos, nos permite y ayuda a vivir el hoy! Llámale conciencia o intuición, qué más da! En todo caso, te procurará felicidad o infelicidad, según te aproximes o te alejes de lo que sientes en tu interior! Si todos tus pasos y decisiones están guiados por esa intuición interior -que todos tenemos, pero que pocos escuchamos y obedecemos-, vivirás el hoy! ¿Alguna vez tu intuición te ha hablado del ayer? ¿Dónde reside la intuición? ¿Cómo encontrarla y dejarse lleva por ella?

Seguirá…

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