Un Pleno aparentemente sencillo como el del pasado lunes ha estado alimentando este blog durante toda la semana, porque hoy voy a terminar de tratar los temas relevantes que se sometieron a votación refiriéndome a la venta de agua de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
De momento llama la atención que en el Orden del Día este punto figurase como "Reutilización de las aguas de la depuradora...", mientras que la prensa lo explica claramente: "El Ayuntamiento de Ibi venderá el agua de la depuradora a los regantes de Agost", porque es eso, ni más ni menos, una venta de agua, con todo lo que ello implica.
Aparentemente, el asunto no debería tener discusión, pues de dicha venta obtenemos 10 céntimos por metro cúbico, lo que puede suponer más de 50.000 Euros al año según estimaciones de los servicios téncnicos. Además, parece que el negocio se redondea definitivamente si con ello evitamos tener que pagar el canon. Conclusión, entre lo que ganamos y lo que nos ahorramos, el Ayuntamiento de Ibi se puede beneficiar en 120.000 euros mínimo cada año, según Agüera.
Entonces ¿porqué me abstuve? Pues como he explicado, porque aún estando de acuerdo con el "negocio" (siempre y cuando se asegure el caudal ecológico del río), no lo tengo todo claro desde el punto de vista jurídico. En primer lugar, el Ayuntamiento de Ibi todavía no tiene la concesión de los efluentes de la EDAR, es decir, se trata de agua de dominio público que de momento no es propiedad del Ayuntamiento. Y dice un viejo aforismo que "nadie puede transmitir más de lo que tiene". Se trata de una cuestión jurídica que tendrá que resolverse tarde o temprano para poder cerrar el negocio.
En segundo lugar, las aguas de la EDAR, como todas las aguas de todos los cursos fluviales de la comarca de la Foia, van a parar al Pantano de Tibi, que se construyó en el Siglo XVI precisamente para eso, para recoger esas aguas y aprovecharlas en el riego de la huerta de Alicante (junto con Mutxamel, Campello y San Juan). En el Siglo XVIII Antonio José Cavanillas decía: "Consiguieron licencia para usar de ellas, y adquiéron el derecho que hoy conservan...". El nivel de contaminación (hipereutrofización) actual del Pantano es tan brutal que posiblemente ese agua ya no sea útil ni para regar, pero tratándose de una situación que se remonta a tiempos inmemoriales debería, al menos, aclararse.
Una vez explicado lo anterior, voy a terminar haciendo referencia a un dato muy preocupante que he observado en el expediente. El canon que el Ayuntamiento pagaba por el agua vertida rondaba los 17.000 Euros, pues se consideraba que el agua que llega a la EDAR es fácil de depurar. Sin embargo, ese canon ha subido a 70.000 Euros de un año para otro.
¿Porqué ocurre esto? porque parece ser que se han detectado sustancias peligrosas en el agua que llega a la EDAR, lo que complica muchísimo su tratamiento. Según Agüera, se ha dado parte de estos hechos al SEPRONA y se están investigando los posibles responsables de estos vertidos salvajes, que además nos salen por un ojo de la cara.
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