El Mundial avanza hacia el esperadísimo debut de España, en el que el estado físico de Andrés Iniesta centra la atención. Parece ser que podría jugar, pero si yo fuera Vicentón seguramente no arriesgaría. En teoría, queda mucho por delante, aunque también cabe la versión opuesta: ir con todo en el primer partido y regular -como diría el gran Indurain- hasta que empiecen los cruces.
Hasta ahora, el hombre del Mundial es Robert Green, el meta de Inglaterra, que se ha ganado un hueco de honor en la extensa lista de calamities que han defendido los palos de los Tres Leones. Quizá como portero no tenga futuro, pero en Inglaterra los gurús de la cosa le anticipan grandes posibilidades en el mundo de la publicidad. Ya sabéis, haciendo anuncios de seguros, por ejemplo. Le veo con más vendas que una momia, diciendo: “Si no llegar a ser por Seguros Peter, no lo cuento”. No lo descarten: Inglaterra es un país bastante friki.
Poquita cosa más por ahí. Un valenciano se ha cruzado África en Vespa porque se jugó unas entradas con Mata y Marchena. Eso es afición, chaval. Pero cómo se nota que no conoces a los futbolistas. ¡Te las van a cobrar! ¿Te apuestas algo?
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