Revista Medio Ambiente

Aguas no tan claras

Por ArÍstides

AGUAS NO TAN CLARAS
AGUAS NO TAN CLARAS

DETRÁS DE TODAS LAS PALABRAS HAY LO QUE NO SE PUEDE DECIR. R. M. Rilke

El sol saldrá a las 5,53h. y se pondrá a las 18h.

El agua que bebemos viene mediatizada por el terreno en el cual es embalsada, los sistemas de distribución y su depuración. Generalmente los organismos públicos garantizan su salubridad y la población da por buenos unos análisis que no conoce. Lo cierto es que el agua que consumimos, procedente en muchas ocasiones de auténticos barrizales, tiene muy poco que ver con la que fluye por los bosques o arroyos de la alta montaña.

Normalmente, el agua de consumo se somete a unos procesos de depuración parecidos al que acontinuación se explica:

1) El agua es bombeada a una velocidad que logra que los sedimentos pesados (ramas, graba, botellas..) queden apartados.

2) 1ª Precloración: Se añade cloro gaseoso en cantidad un poco inferior a la que el agua admite antes de quedar saturada. De esta forma se atacan los microbios.

3) Se añade permanganato potásico o sódico y sílice activado con el fin de que el óxido de manganeso y otros metales formen grumos y se sedimenten junto con arenas y arcilla al pasar por la cámara de desarenado.

4) Filtrado químico de las partículas más finas añadiendo sulfato amónico que despolariza las partículas de agua actuando como coagulante. Eventualmente se puede añadir carbón activado para tal fin.

5) 2ª Precloración.

6) Adición de un polielectrolito para coagular las partículas de aluminio antes de pasar por las tinas de decantación en las que se terminan de depositar los barros más finos y se eliminan las espumas de los detergentes.

7) Filtrado final mediante cargón activado que retiene las moléculas de detergentes y de productos químicos, a la vez que actúa como barrera física de impurezas que hayan llegado a la parte final del proceso.

8)
Se añade cloro para evitar los efectos de un accidente en la conducción del agua hasta los grifos.

En resumen, en el proceso de depuración se juega con las características eléctricas del agua para la sedimentación de las partículas y con el cloro para eliminar las bacterias infecciosas.

Las autoridades sanitarias garantizan que el agua que bebemos no contiene elementos patógenos que puedan poner en riesgo la salud de la población, pero callan y ocultan que durante el proceso de depuración no se eliminan componentes extraños que el agua llevaba cuando entró en la planta. De esta forma y por increíble que parezca, metales como aluminio, cobre, cinz, mercurio, plomo, arsénico… o cianuros, fenoles o radioactividad son ingeridos por la población. Se trata de venenos que se acumulan en el cuerpo y que manifiestan su peligrosidad en forma de las conocidas como “enfermedades de la civilización”. Esto es, cáncer, trombosis o tuberculosis.


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