Los adolescentes Kyoko (Jun Yoshinaga) y Kaito (Nijirô Murakami)
viven en una de las islas subropicales de Japón. Cuando un cuerpo
aparece arrastrado por la marea tras el tifón la vida de ambos cambiará
al revelarse los problemas que rodean a cada uno.
La directora
Naomi Kawase, veterana en el campo del documental, firma una de sus
pocas incursiones en el género de la ficción con este relato realista
sobre dos jóvenes que descubren por la fuerza lo que significa
convertirse en adultos. “Aguas tranquilas” es una coproducción entre
Japón, Francia y España, desarrollada íntegramente en una pequeña región
reseñablemente despoblada y con una clara vocación rural. Las
tradiciones son una pieza clave de esta sociedad, algo muy presente en
la cultura nipona, haciendo que a los protagonistas les cueste aceptar
los cambios que deben afrontar en sus vidas. Tras su participación en la
sección oficial del Festival de Cannes del pasado año, la cinta ha
recorrido un gran número de eventos del panorama cinematográfico pero no
ha conseguido llegar a estrenarse en más que unos pocos países.
El
peso en la película está tan focalizado en los dos personajes
protagonistas y su relación que por momentos parece que todo lo demás
deje de importar. Esta es una historia sobre el primer amor que
encuentran el uno en el otro, tal vez porque no haya nadie más con quien
conectar en la isla o porque sean los menos indicados para acabar
juntos, hay momentos en que no parecen tener nada en común y donde
comprobamos que no saben tanto el uno del otro porque prefieren
guardarse cosas dentro de sí mismos aunque les reconcoman. Pese a que no
parece importar todo lo demás, en realidad sus dificultades y sus dudas
parten de los respectivos entornos, Kyoko es hija única y su madre
lleva años con una enfermedad terminal, mientras que Kaito viene de un
matrimonio roto y apenas ve a su padre. Las circunstancias de cada uno
les harán concebir de manera diferente tanto lo que les rodea como su
propia interacción. Los momentos más dolorosos en el desarrollo de la
trama quedan elididos y es el espectador quien ha de casar las causas.
Mi valoración: 6,5 sobre 10. “Aguas tranquilas” se estrena en las salas
españolas el día 10 de abril.
Crítica de Sergio Cardete.