Aguirre los cría y ellos se juntan. Son así, muy suyos. Suyos de ellos mismos y de la lideresa. Y por mantener sus ideas rancias, extremistas y ventajistas, utilizan la chulería, el despotismo y la gracieta.
Empecemos por la condesa consorte, Espe-rancia Aguirre y la subida desorbitada del transporte público. La “buena” señora se empeñó en decir que no se subía el transporte y zas, tardó horas en confirmarse la subida.
Pero ahí no quedó la cosa. Luego, a pesar de que la subida es del 11%, no rectificó, sino que siguió afirmando que el billete sencillo seguía igual de precio y que por lo tanto no subía el transporte. En primer lugar, el billete sencillo lo utiliza un 10% de los usuarios del metro y el autobús. Para el otro 90% ha habido subidas que llegan al 30% en algunas modalidades. Y además, miente, como es habitual, porque el billete sencillo, a partir de cinco estaciones subirá 10 céntimos por estación, lo que la lideresa esconde.
Como pueden ver no sólo nos suben escandalosamente el transporte, sino que además la presidenta niega la realidad que ella impone. Si no fuera porque sabemos de su facilidad para mentir, pensaríamos que está enferma. Por cierto, la subida de transporte, también perjudica a los de siempre y favorece el aumento del transporte privado. Es otra forma de privatizar también el transporte. Muy en su línea habitual.
Otra de sus últimos dislates ha sido el de cuestionar el Estado de las Autonomías, teniendo que salir Rajoy a desdecirla ante tamaña insensatez. Insensatez que hizo feliz a sus correligionarios de la caverna mediática, empezando por Intereconomía, pasando por ABC, La Razón y terminando por el El Mundo, todos locos por esa España, Una, Grande y Libre, ya saben la de las tres mentiras.
Pero no sólo es ella. A sus pechos (es una frase hecha) se crió el hoy Secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. Ha sido con ella, portavoz de la Asamblea de Madrid y consejero de Economía y de Transportes. Y ha demostrado su chulesca y macarra educación cuando amenaza a los funcionarios por tomar cafelito, y leer el periódico, acusándoles de trabajar poco. Me gustaría saber cuanto trabaja el Sr. Beteta y si toma café y lee el periódico. Y es que ha aprendido la lección de su lideresa, con gran soltura. Con el puesto que tiene y se enfrenta con los funcionarios, a quienes debería defender.
El tercero en discordia, se las trae. Es conocido por muchos como el Rasputín de la política madrileña. Hablo de Ignacio González, un tipo de cuidado, vicepresidente de la C.A.M. y secretario general del PP madrileño. Capaz de cualquier cosa con tal de mantener su poder y el de su lideresa. Fue el responsable de cargarse a Francisco Granados que de secretario general del PP de Madrid, pasó a ser missing total.
Pues bien, este tipo no da puntada sin hilo. Así, con toda la desvergüenza y desfachatez posible, ha convencido al ministro del Interior, el pío y opusdeista Jorge Fernández Díaz, para que acusae a la policía de escuchas ilegales a su persona, sin pruebas y haciendo que el sindicato SUP haya declarado que lo que dice el ministro es mentira. Recordemos que se refiere a esos vídeos donde se veía a González en Colombia con bolsas de basura llenas de no sabemos qué.
Además tiene un contencioso por un ático de lujo del que dispone en una urbanización de Marbella, donde hay contradicciones claras, y donde la posible empresa propietaria (hay dudas de si se lo ha vendido ya a González) mandaba el dinero a un paraíso fiscal, y actualmente dicho ático tiene una deuda de 5.000 euros por no pagar el IBI. Un asunto engorroso que se está investigando y del que todavía no se sabe nada más que la punta del iceberg. En fin, otra alhaja.
Tres que duermen en un mismo colchón se vuelven de la misma opinión (es un refrán enmendado, no me vayan a acusar de construir tríos de difícil cama). Estos son algunos de los chulitos mandatarios peperos del carajillo-party, versión castiza del tea-party. Estos son los ídolos de la caverna mediática, los que la hacen vibrar. Son un peligro para la ciudadanía y para su propio partido, porque suelen ir por libre y en aras de un apoyo mediático incondicional se saltan todas las líneas rojas para hacer y deshacer lo que les venga bien a sus propios intereses.
Salud y República