Carola Chávez
Media tarde con el dedo en la tecla y nada, ni una palabra en la pantalla. La pantalla en blanco me come como me comen la noticias de Paraguay, tan once de abril todo, tan ciegos algunos que se lo tragaron, tan esperando su trece. Y en Argentina, Hugo Moyano -¡qué bien me caías!- se me derrumba por TN, Globovisón del Sur, y la antipatria aplaude y el pueblo mide. El Sur empieza a llenar mi página en blanco… En Europa, los griegos se dan el tiro de gracia y se ganan un ministro de finanzas banquero, el mismo que falsificó números para poder incluir a Grecia en el Euro de sus pesares, un banquero, un Tinoco, una tragedia -griega- que conocemos. Y hablando de tragedias subimos a la España rescatada, entregada, dopada frente a la tele ligando el triunfo de La Roja en la Euro y preguntándose si Shakira está embarazada de Piqué. España todavía creyendo en pajaritos preñados, en reyes y princesas, en copas de hojalata. Long live the Queen: en Inglaterra, la reina recibe un millonario aumento salarial mientras empleados públicos hacen huelgas a favor de sus derechos, sin atreverse a pensar que los privilegios reales solo florecen sobre pisoteados derechos plebeyos. ¡Gol de Rooney! ¡Gol de Cristiano¡ ¡Gol, gol, gol! Goles que silencian por momentos el ruido de un continente que cruje. Golazo el de los millonarios del mundo que ahora son más que el año pasado, según nos cuentan alegres titulares. Se acabó el disimulo: ya sabemos, en letras grandotas, a quién beneficia la crisis, porque siempre supimos a quienes jode. Por si quedaba alguna duda, Donald Trump, el rey del mal gusto y la falta de escrúpulos, en una entrevista que dio a CNBC celebraba: “Europa representa una gran oportunidad para los inversores ya que se puede conseguir todo a cambio de nada”. “España es un lugar asombroso. Es un gran país que tiene fiebre, y es el momento de aprovecharse de ello” “Estoy mirando algo —es tan ridículo, es irrisorio—, y estoy aún pensando hacer algo allí con un grupo que es muy inteligente, y francamente existe una oportunidad”. ¡Ahhh! El capitalismo siempre darwiniano, como un buitre festejando “la fiebre”, la agonía de los pueblos despojados, quitándole hasta las migajas en medio de burlas que rallan en lo macabro. “Es tan ridículo, es irrisorio”… llora un suicida griego. Y ahora más que nunca la necesidad de salvar al mundo, a los pueblos, de estos vampiros que lo arrasan. Y el compromiso de mi Presi expuesto en su plan de gobierno. Y la estupidez recurrente del aspirante a adversario: “El Gobierno nacional quiere salvar el planeta, la especie humana, yo les planteó a los venezolanos solucionar los problemas del país”. Una Venezuela en medio de la nada propone el candidato capitalista de la gente decente y pensante de este país. ¿Quieres progreso?