Al principio era un poco escéptica y no terminaba de creérmelo del todo. Se supone que el ámbar en contacto directo con la piel libera aceites que contienen ácido succinico, que es un anti-inflamatorio natural y esto alivia el dolor que la inflamación de las encía le produce a los bebés cuando le salen los dientes.
La realidad es que daño no hace, y el collar está especialmente diseñado para bebés, cada cuenta está anudada de manera independiente para que no salgan todas si se rompe y no se las traguen. El cierre es de seguridad sin metales ni nada por el estilo. Y además queda bastante molón! Así que con los primeros síntomas a los 3 meses se lo planté.
Al principio noté que babeaba mucho menos cuando se lo ponía, y después de usarlo varios días cuando se me olvidaba ponérselo lo veía mucho más inquieto y mordiendo todo bastante más. No te voy a decir que con el collar dejen de meterse todo en la boca, porque no es verdad. La boca sigue siendo su principal via de reconocimiento del mundo exterior, pero ya no lo roen todo como posesos.
Más adelante cuando de verdad empezaron a salir dientes sin parar me di cuenta de lo bien que nos iba. No había lloros, ni despertares nocturnos extras, ni medicación, ni tabletas homeopáticas, ni coñac, ni anestésico en gel, ni nada de nada. Después de el sueño del bebé, el segundo tema preferido de las mamás en el parque son los dientes del bebé, y nosotros no teníamos mucho que aportar a la conversación. Lo único que podíamos decir es yo uso el collar de ámbar y me funciona. A lo que caben 2 respuestas 'Yo también, es genial, verdad?' o 'Ahhhh...' y mirada de está es una hippie.
Conozco a muchas madres que lo usan y suelen estar bastante encantadas! El único miedo es si se loan, se ahogan, se lo traga... Que rompan el collar o se lo quiten lo veo bastante improbable si compráis uno especialmente diseñado para bebés. El collar es muy cortito y no se pueden liar en él, de todas formas yo se lo quitaba por las noches. Pero para madres aprensivas también lo tienen en versión tobillera que ya si que no da ningún miedo y está en contacto directo con la piel igual. Y con lo de tragárselo... A nosotros se nos rompió una de las cuentas, y encontramos una mitad... Asumo que la otra mitad se la trago, y como el ámbar no es tóxico y es bastante inerte la cagaría y aquí sigue tan pancho!
El collar es algo caro, como unos 20 Euros, pero si lo comparas con el gasto de 2 años, en Dalsy, baberos, cualquier remedio homeopático que la desesperación nos llega a comprar etc, merece bastante la pena!
Si os animaís a comprarlo tened cuidado, que esté diseñado para bebés y que sea sin pulir ni tratar! Dicen que cuanto más oscuro mejor funcionan... Le pondrías a vuestro bebé un collar molón de ámbar? Gisselle Bunchen si!