Este era un mendigo que se enteró que Dios vendría a visitarle y se decía así mismo: Dios viene a verme por fin me dará todo lo que necesito.
Al día siguiente Dios llego hasta donde se encontraba el hombre y le dice: ¿Dame algo de ti?
Al mendigo le dio mucha rabia esa actitud de Dios, enfadado saco de su morral un pequeño trocito de pan y se lo dio, Dios le beso efusivamente y bastante agradecido se marcho.
Poco tiempo después, el mendigo volvió a abrir su morral y encontró en el una migaja de pan de oro, la tomo en sus manos y se dijo: Gracias Dios ahora comprendo porque me pedías tu a mi.