Ahora el indice me va a anular…

¿Qué les resulta atractivo en un hombre? Sé que la pregunta es impactante cuando viene de otro hombre y más, cuando menos se la esperan. Pero es necesario que entiendan que la hago desde el más absoluto rigor periodístico y con la única intención de conocer realmente si es verdad o no lo último que he leído sobre el asunto. Una vez dicho esto, y con la certeza de que no les resulta ahora rara mi pregunta, piensen por un instante donde reside el atractivo de un hombre.

Para los del género masculino y como somos los varones, la respuesta pública sería: nada. Con esto reafirmamos nuestra masculinidad y eludimos cualquier duda que sobre ella pueda planear. Pero el siguiente paso es pensar en las condiciones que nos hacen atractivos a nosotros mismos y no a los hombres en general. Una mandíbula prominente, una bonita sonrisa, etc… Sin embargo las mujeres sí que son más objetivas y no temen resaltar el atractivo de otras féminas aunque luego las critiquen por vestir mal o llevar un corte de pelo poco adecuado.

Sobre ellas, sobre las mujeres, y según el estudio al que hacía referencia al comienzo de esta editorial, se ha descubierto que no es tanto el atractivo que puede mostrar un hombre a través de su físico o intelecto como el que encuentran en un detalle. Según la revista Biological Science, de la Real Sociedad Británica, las mujeres, inconscientemente, encuentran a un hombre más atractivo que otro si su dedo anular es más largo que el índice. La tesis en la que se basan es que la distancia entre estos dos dedos muestra el alto nivel de testosterona expuesto al que se encontró el feto en el útero, lo que despierta los instintos reproductivos de las mujeres.

Y para llegar a esta conclusión hicieron que varias mujeres se fijaran en diferentes hombres e incluso las expusieron a que olieran un algodón que habían llevado los candidatos en el sobaco durante 24h. Vamos, que a estos científicos alguien debería darles en la cara con un calcetín sudado a ver si duele y huelen más los de lana o los de poliéster. De todas formas y como soy precavido, desde que leí este artículo, me he colgado del dedo anular un bloque de cemento con la intención de estirarlo.

Y si al final el experimento falló por algo y no gano atractivo alguno, estaré muy dispuesto a enseñarles a estos señores mi dedo bien recto como mensaje de desaprobación. Por cierto, para los que no se sepan los nombres de los dedos, el anular es el dedo de mandar a tomar por…

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…