Continúa en San Francisco el juicio por los embriones congelados. Primero testificó el marido, ahora es el turno de la esposa. Stephen Findley y Mimi Lee estaban recién casados en 2010, cuando a ella le diagnosticaron cáncer. Se congelaron embriones y firmaron un formulario de que serían destruidos si la pareja se rompía. En el juicio, el abogado del hospital intentó varias veces que Lee se decidiera a cumplir lo pactado, pero Lee, que es médico, dice que los miró y ahora quiere tenerlos.Un especialista en ética médica comenta este caso lamentable. "Creemos que estas nuevas tecnologías modernas han dado soluciones a nuestra infertilidad o nuestros deseos de tener un hijo, pero también crean muchos problemas ", dijo Jennifer Lahl del Centro de Bioética y Cultura.
