El 16 de octubre de 2016 marcó un antes y un después en la relación de los granadinos con sus obligaciones como ciudadanos. Ese día, 50.000 personas se echaron a la calle para gritar alto y claro que Granada necesita dos hospitales completos, con todas sus especialidades, y que la fusión hospitalaria ejecutada por la Junta de Andalucía suponía un recorte sin precedentes de la sanidad pública, que afectaba a la calidad y la seguridad asistenciales.
La ciudad fue un clamor aquella mañana calurosa de octubre, en la que los granadinos hicimos, como en la canción de Mecano, “por una vez, algo a la vez”.
Desde entonces, una ciudadanía tradicionalmente acomodaticia, tomó conciencia de su fuerza y empezó a enseñar los dientes y pelear por lo suyo. Nunca hubo tantas manifestaciones, ni con tanto seguimiento, en una ciudad, la nuestra, abandonada hasta hace poco a la apatía y la desidia.La de ayer no ha sido una de las más multitudinarias, pero es verdad que la razón de la convocatoria no era especialmente “popular”. A pesar de ello, más de 9.000 personas recorrieron las vías del centro exigiendo respeto a la capitalidad judicial de Granada y reclamando que no salgan de aquí las dos secciones penales que se añadirán próximamente a las ya existentes en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Hay un hartazgo notable y la ciudadanía ha decidido, saludablemente, no callarse ni una más. Granada tiene muchos frentes abiertos: el Metro, el AVE, los hospitales, el Centro Lorca, el TSJA... Parece que los granadinos de a pie, por fin, nos hemos desperezado, pero nuestros políticos tienen que comprender que no podemos estar todo el día en las calles supliendo su falta de competencia en el desarrollo de las funciones que les hemos delegado con nuestros votos. La gente está cansada de sus procesos internos, de sus peleas por el sillón, de su ombliguismo. De que unos no vayan a las convocatorias del tren y los otros no acudan a las de los hospitales. De que nos digan una cosa aquí y en el parlamento voten la contraria. De que se pavoneen en los medios y nos chuleen con ese descaro. La ciudad, por fin, ha despertado. Ahora les toca a ellos... y deberían ser conscientes de que ya no les vamos a pasar ni media.
* Emitido en Herrera en COPE Granada ("El lanzador de cuchillos")