Cada equipo tenía un montón de círculos, cuadrados y triángulos en dos tamaños, grande y pequeño, de muchos colores, una hoja grande de papel y una barra de pegamento. La actividad consistía en construir lo que quisieran.
Primero, cada uno, fue haciendo su composición sobre su hoja, sin pegamento.
Cuando, más o menos, tenían su "obra" construida, pegaban las formas, una por una.
Cada cual tenía predilección por un color o forma determinada.Lo importante era dar rienda suelta a su imaginación.
Muchas casitas, un gatito, caminos, estructuras extravagantes,
abstracciones de la realidad...
Con esta actividad trabajamos no sólo las formas geométricas y la plástica,
también la organización espacial, la parte-todo y como representar
la realidad de forma simbólica.
El resultado ha sido muy curioso, colorido, dinámico y divertido.
Nos está quedando un pasillo muy pero que muy "geométrico".