Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla.
José de San Martín
Configuración histórica- cultural
Argentina debe su nombre a un pasado colonial asociado a la extracción de riquezas de su subsuelo, específicamente de la plata. Su extenso territorio, de más de tres mil kilómetros cuadrados, se encuentra estratégicamente ubicado al extremo sur del continente americano y constituye el segundo país más grande de América Latina. En sus vastos territorios se asentaban numerosos pueblos originarios con formas de organización política y prácticas de subsistencia diversas. Desde mediados del siglo XIX, ha sido una nación receptora de importantes contingentes migratorios europeos. Su población actual alcanza casi los 50 millones de habitantes (según Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022).
Nos hemos propuesto comprender el fenómeno cíclico de las crisis de gobernabilidad en esta hermana república, para lo cual hemos echado mano de los estudios del antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, quien dedicó muchos años a investigar el proceso de formación de los pueblos americanos y las causas de su desarrollo desigual. Ribeiro tipificó al pueblo argentino como pueblo trasplantado, a los cuales describió como poblaciones constituidas fundamentalmente por la expansión colonial de naciones europeas sobre territorios de ultramar, con un muy bajo mestizaje con la población local, buscaban reconstituir su paisaje y formas originales de vida. Estas naciones se desarrollaron en líneas paralelas y similares a las de la metrópoli.
Entran en esta categoría Argentina y Uruguay, aunque cabe destacar que ambos solo se europeizaron después de estructurarse como pueblos mestizos que construyeron sus naciones, luego de lograda su independencia. Esto se debe a una transfiguración étnico-cultural producto de la enorme inmigración europea. Los pueblos trasplantados representan dentro de la región, sociedades más estandarizadas respecto a la civilización occidental, sus élites se sienten herederas directas de la cultura europea, intoxicadas por el racismo y considerándose nostálgicamente como europeos desterrados.
Bajo una visión más holísticas de las tesis de Ribeiro, podemos captar la esencia de la Argentina profunda, donde se expresa la diversidad más allá de lo que podemos observar en el conurbano bonarense. Dentro de la propia sociedad argentina encontramos la ambigüedad de pueblos originarios que se resistieron no solo a la violencia colonizadora, sino también a los intentos de exterminio y homogenización de las poblaciones criollas. Estos grupos humanos, catalogados por las tesis del doctor Ribeiro como civilizaciones emergentes, que en el plano cultural tienen el inmenso desafío de desprenderse de la homogenización obligada para asumir sus particularidades étnico-culturales, están llamadas a crear una nueva condición humana más solidaria.
Milagro Sala
El caso de la lideresa política, social e indígena Milagro Sala en la provincia de Jujuy, víctima del lawfare, como método de aniquilamiento político, y dirigente de la Organización Barrial Túpac Amaru y miembro de la Central de los Trabajadores Argentinos, reconocida por su labor social, en la construcción de miles de viviendas de interés social, escuelas y otros edificios públicos, a través del Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Planificación de la Nación, donde demostró una administración eficiente de los recursos públicos con muchas empresas propias que abaratan costos, además de convertirse en la tercera empleadora de la provincia.
A causa de todos estos logros, Milagro Sala se encuentra detenida desde el 16 de enero de 2016, víctima de la persecución y hostigamiento por parte del exgobernador Gerardo Morales, quien expresa el odio de raza, de clase y la misoginia que caracteriza a la élite criolla de la Argentina agroindustrial. El poco interés, la baja movilización de la sociedad argentina en general, y de las corrientes peronistas y movimientos feministas en general, nos hablan de una sociedad donde ser indígena te condena de antemano a la invisibilización y criminalización.
Las poblaciones originarias en el Cono Sur son pueblos oprimidos y como tales aspiran a la legítima autonomía sobre de su destino, librarse de la hegemonía de los criollos, así como el respeto a sus particularidades étnico-culturales, el reconocimiento social por ser los auténticos propietarios de estos territorios y su indomable resistencia. Reconocer y retomar la causa de Milagro Sala es tarea pendiente para los feminismos populares, comunales y decoloniales de este lado del mundo.
Fuente consultada
Ribeiro, D. (1984). La civilización emergente, Nueva Sociedad, 73, pp. 26-37. Disponible en: https://nuso.org/articulo/la-civilizacion-emergente/