No hay nada más parecido a un fascista que un burgués asustado.
Bertolt Brecht
15/02/2024.-
Sociedades polarizadas
Las sociedades latinoamericanas se constituyen como las de mayor desigualdad estructural en el mundo, pues han vivido múltiples procesos de polarización desde las luchas anticoloniales por las independencias. El término polarización se refiere a sociedades donde las contradicciones entre las clases sociales se agudizan, y la sociedad tiende a separarse en facciones políticas que reflejan las brechas sociales, económicas y étnicas.
Fracaso de la unión centroamericana
Luego de las guerras de independencia, se creó oficialmente la República Federal de Centroamérica en 1824, bajo las ideas unionistas del salvadoreño Manuel José Arce y el hondureño José Francisco Morazán. Esta república incluía las actuales naciones de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Fue disuelta en 1841 por las pugnas de intereses políticos y económicos de las élites liberales.
Después del fracaso de la unión centroamericana vino un período convulso, donde se conformó la economía agraria monoexportadora. Los Estados nacionales quedaron constituidos como expresión del poder de las oligarquías locales, bajo la fachada de democracias liberales. A inicios del siglo XX, la región se consolidó como un enclave bananero, un modelo de subordinación económica a los intereses de las compañías extranjeras.
United Fruit Company y la injerencia militar
Una vez culminada la Primera Guerra Mundial, la crisis recesiva de 1929 polarizó de nuevo las sociedades centroamericanas. La caída de las exportaciones de café y bananos hizo insostenible la situación para los gobiernos en naciones totalmente dependientes del mercado internacional, por lo que estallaron las huelgas bananeras en Honduras (1932) y en Costa Rica (1934). Mientras tanto, en El Salvador se produjo un alzamiento campesino en 1932, que fue sangrientamente reprimido.
Bajo el miedo a la supuesta amenaza comunista, los gobiernos de la región, influenciados por los Estados Unidos, iniciaron el ascenso del militarismo, desde los años treinta hasta los inicios de la década de los setenta, del siglo XX. Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua estuvieron sometidos a constantes represiones militares y golpes de Estado, que establecieron regímenes autoritarios, como las dictaduras de Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944), en El Salvador; de Jorge Ubico (1931-1944), en Guatemala; y la de la dinastía Somoza García (1937-1979), en Nicaragua.
Las elites centroamericanas coincidían con los intereses de los Estados Unidos, en la medida que financiaban la modernización de las ciudades y apoyaban la profesionalización de los ejércitos como el instrumento de represión sobre el campesinado y los pueblos indígenas. Así fueron consolidando su influencia geopolítica en la región, a partir de la United Fruit Company y la injerencia militar y diplomática en países con alto valor geoestratégico para fines comerciales, como Nicaragua y Panamá.
Socialismo popular de Jacobo Árbenz
Después de la Segunda Guerra Mundial se vivió un proceso de «apertura democrática» en la región, siendo Guatemala el caso más emblemático, bajo la figura del coronel Jacobo Árbenz, quien impulsó el socialismo popular latinoamericano. Su gobierno inició reformas sociales en materia agraria, facilitando el crecimiento de las organizaciones populares. Todo esto polarizó enormemente a la sociedad guatemalteca, ganándose pronto la hostilidad de los Estados Unidos.
El presidente Jacobo Árbenz fue derrocado el 27 de junio de 1954 por un golpe de Estado dirigido por los Estados Unidos, patrocinado por la United Fruit Company y ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Fue sustituido por una Junta Militar que facilitó la llegada al poder del coronel Carlos Castillo Armas.
Por su parte, en El Salvador los intentos de apertura democrática estaban bajo los Directorios Cívicos Militares y el surgimiento del Partido de Conciliación Nacional (PCN), que seguía las políticas oficialistas. La censura y el descontento popular en El Salvador, durante la década de los años sesenta del siglo XX, fueron desmontados por la «guerra de legítima defensa» en 1969 contra Honduras.
Rebelión campesina de Augusto César Sandino
El Partido Conservador de Nicaragua mantuvo estrechas relaciones con los gobiernos de Estados Unidos desde 1910 hasta 1926, al punto de firmar el convenio Bryan-Chamorro, el cual convertía de facto a la nación centroamericana en un protectorado estadounidense. De este modo, la nación del norte proporcionaba la fuerza militar suficiente para garantizar la estabilidad interna del país a cambio de concesiones políticas y territoriales. Nicaragua tuvo una ocupación militar desde 1916 por las tropas estadounidenses que defendían los intereses de las compañías bananeras. Sandino, que regresó en 1926 a su patria, optó por defender la autonomía nacional, organizando a un grupo de guerrilleros con los cuales se alzó en armas.
Combatieron durante seis años contra tropas apoyadas por Estados Unidos. Sandino logró aglutinar un ejército de tres mil hombres y ganarse la admiración popular. La guerrilla se refugió en las selvas de Nueva Segovia, donde se volvió invencible. Ante la imposibilidad de derrotarlo, el presidente estadounidense Herbert Hoover ordenó la retirada de las tropas desplegadas en Nicaragua. La llegada a la Casa Blanca del presidente Franklin Roosevelt propició las negociaciones entre Sandino y el gobierno nicaragüense, acordando la deposición de las armas y el retorno a la vida civil en 1933.
Sin embargo, Sandino fue asesinado en una emboscada organizada por Anastasio Somoza, jefe de la Guardia Nacional. La muerte del líder no significó la desaparición de su movimiento, y su nombre pasó a encarnar la lucha de liberación en Nicaragua, con la conformación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En 1979 esta organización logró deponer el régimen somocista, que se había mantenido durante tantos años gracias al apoyo militar directo de los Estados Unidos.
Anabel Díaz Aché
Fuentes consultadas:
Umaña Salguero, J. A. (2021). Historia política de Centroamérica: una lucha incesante. Universidad para la Paz. Organización de las Naciones Unidas. https://ideasforpeace.org/content/historia-politica-de-centroamerica-una-lucha-incesante/